Coahuila: Abandono del empleo, ¿por qué está creciendo?

El ingreso de las personas a ese segmento de la sociedad que, en términos económicos, se denomina Población Económicamente Activa, se asume como un tránsito natural que debe figurar en el proyecto de vida de cualquier integrante de la comunidad.

Y esto es así porque solamente de esa forma puede concebirse el sostenimiento del modelo de organización colectiva que hemos adoptado las comunidades del mundo moderno, en el cual todos tenemos la responsabilidad de contribuir a la generación de recursos para el bienestar personal y colectivo.

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A partir de este modelo ha surgido el concepto de “trabajo remunerado”, alrededor del cual se ha construido todo un andamiaje legal e institucional mediante el cual se persigue un objetivo concreto: convertir al empleo en un elemento central del proyecto de vida de la mayoría de las personas.

Pero para que ello sea posible es preciso que las instituciones y las normas construidas alrededor del referido concepto, en efecto, tiendan a consolidar la idea que las sociedades democráticas han planteado en sus principales ordenamientos. Y eso lo que quiere decir es que el salario obtenido a partir del trabajo le permita a las personas mucho más que sólo sobrevivir.

El comentario viene al caso a propósito del reporte que publicamos en esta edición, relativo al número de personas que abandonaron su empleo en Coahuila durante 2024. La estadística es relevante porque la cifra creció casi 10 por ciento respecto al año previo, de acuerdo con las cifras reveladas por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Más allá del crecimiento global, que engloba la totalidad de las causas de abandono del empleo −entre las cuales se encuentra la jubilación−, llama la atención el hecho de que la principal causa de abandono fue el deterioro de las condiciones laborales, específicamente el hecho de que ello constituía un riesgo para el empleado.

Igualmente debe llamar la atención el hecho de que el número de personas que esgrimieron dicha causa como razón para dejar su empleo se duplicó en 2024 respecto del periodo anterior. El dato, por cierto, es particularmente relevante porque ya anteriormente se ha señalado a Coahuila como una de las entidades con mayor incidencia en el número de personas que obtienen una incapacidad permanente debido a riesgos laborales.

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Como se ha señalado en múltiples ocasiones, el seguimiento estadístico de cualquier variable de la vida pública no puede −ni debe− ser un despropósito, sino la herramienta privilegiada en el proceso de tomar decisiones. Decisiones asertivas, se entiende.

Y en este caso, las decisiones que resultan obligadas son las relacionadas con el hecho de que el trabajo se convierta, en efecto, en un mecanismo de bienestar colectivo porque ofrezca las condiciones para una vida digna, algo que no parece estar ocurriendo en este momento.