Coahuila: Crónicas de la desventura y venganza en las urnas

Opinión
/ 16 junio 2024

Va por mi padre, todo un señor: Orestes Gómez

Los tigres están siempre resueltos, más a la hora de votar, porque ven en el secreto de la mampara la oportunidad de la venganza ante un mal gobierno. En esta tierra del dios bendito, el que la hace termina pagándola.

Fue así que en el nivel local la ciudadanía tomó revancha de dos regímenes estatales que encumbraron a sus más allegados súbditos como candidatos a las alcaldías, diputaciones federales y al Senado, sin medir la consecuencia de sus actos y confiados en el resultado de la elección de Manolo del 2023, pero fallote.

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Desde la casa de Sierra Nevada, el mayor de la dinastía “M”, había impuesto a los candidatos al Senado por la coalición y a tres diputados federales. Y lamento decirlo, pero perdieron de manera contundente.

No se sabe qué elucubraba la mente del otrora dictador coahuilense cuando se le ocurrió que Riquelme sería un buen candidato, sobre todo para la finalidad que lo quería si hubiere ganado las elecciones; igual suerte siguieron los candidatos a diputados federales de los distritos 1, 2 y 7, sembrados en oposición al gobernador Jiménez.

Por lo que hace a las alcaldías, el cuento fue otro, sin embargo, el PRI perdió Piedras Negras (bien por Leo Hernández), Zaragoza, Nava, Allende, Hernández, Viesca y también Hidalgo. Sin embargo, la lección aprendida de este proceso es el necesario posicionamiento de Manolo como gobernante, quien en forma por demás evidente supo sacudirse del yugo moreiriano, y de rebote y pelas le pegó a Riquelme.

Muy definida la línea que se envió por parte de los operadores políticos del PRI, aun creando fuego amigo, con tal de deshacerse de lastres como la alcaldesa de Piedras Negras, y por poco también lo hace del infumable alcalde de Torreón.

Se va sentando la base para el régimen naciente y el segundo paso ya está anunciado con los ajustes en el gabinete para que lo dejen mandar en paz. También ya era hora de que se pusiera a trabajar después de las jornadas de turismo electoral en las que ya llevaba seis meses y nada.

Las obras de infraestructura anunciadas, y que devienen del aumento al Impuesto Sobre Nóminas, estaban detenidas, basta darse una vuelta a Piedras Negras para darse cuenta de la modorra de andar pavimentando la carretera de cuota de a 20 metros por semana, y pues de esa manera no resultarán las cosas.

Dejamos lo local y vamos a lo federal en donde la paliza para el frente opositor fue mayúscula, pues se demostró que los partidos en nada aportaron a la campaña de Xóchitl, quitándole frescura y sobre todo bloqueando sus discursos y limitándole el patrimonio.

La ciudadanía eligió votar por Morena en una tierra en donde la gente está acostumbrada a vivir de subsidios en un método que inventó el PRI, desde sus inicios como agrupación política (recordemos que el precio de la tortilla estuvo subsidiado por varios sexenios, siguiendo el consejo del viejo Ruiz Cortines: “suben las tortillas, bajan los gobiernos”).

De esa manera y mediante el mecanismo de los apoyos sociales, que van desde becas para infantes, madres solteras, estudiantes de prepa, jóvenes del ocio y personas de la tercera edad, se creó una maquinaria electoral casi del mismo tamaño del que tuvo el PRI en su cenit de los setenta y ochenta.

La elección del Congreso, que se esperaba fuera surgiendo del voto cruzado, también fue totalizada por Morena y sus aliados, lo que da significado al peligro de esa conformación y la serie de reformas que AMLO propuso y en las que se incluye una reforma al Poder Judicial, que trae asustada a Claudia Sheinbaum y sobre todo a los mercados internacionales.

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Un día sí y otro también, el peso y el mercado bursátil están perdiendo estabilidad a raíz de las declaraciones presidenciales y su último golpe de venganza, evidentemente a quien no le importará hacer un agujero impresionante en las finanzas nacionales con tal de lograr su revancha contra los que se la hicieron. ¡Haya cosa!

Pobre país, quedará en razón a esa actitud presidencial a la que la cordura parece serle ajena, recuerdo las palabras de Martin Luther King: “El hombre debe desarrollar para todos los conflictos humanos un método que rechace la venganza, la agresión y las represalias”. Eso esperamos.

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