Coahuila: ‘Nearshoring estatal’, una tendencia para impulsar

Opinión
/ 14 noviembre 2024

Relocalizar empresas dentro del territorio estatal no solamente apoyará el repunte o desarrollo de otros municipios y regiones, sino que permitirá al Sureste volverse ‘selectivo’

El secretario de Economía del Gobierno de Coahuila, Luis Olivares, dio a conocer el surgimiento de un fenómeno que se antoja deseable para el desarrollo económico futuro de la Región Sureste: la relocalización de empresas hacia otras regiones de la entidad.

De acuerdo con el funcionario, al menos cuatro empresas instaladas en el Sureste, las cuales se encuentran vinculadas al sector automotriz, han manifestado su interés de moverse hacia otras zonas de la entidad y, en este sentido, se les está impulsando para que consideren de forma prioritaria la Región Centro.

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“Están buscando relocalizarse. Es como si fuera un nearshoring estatal y esta relocalización estamos buscando que vengan para acá, para la Región Centro”, ha dicho el funcionario respecto de este hecho que implicaría múltiples ventajas para dos regiones de Coahuila.

Y es que, como se ha dicho en múltiples ocasiones, aunque el Sureste es, sin lugar a dudas, la zona más atractiva para nuevas inversiones, el crecimiento de la región debe ser contenido y controlado. La región puede ya −y debe− volverse “selectiva” en el tipo de empresas que llegan aquí.

Las razones son múltiples, pero las más importantes tienen que ver con los efectos negativos que el crecimiento explosivo está generando en materia de vivienda, movilidad, educación, seguridad, carestía y, en general, todas las variables relacionadas con la calidad de vida.

No se trata de cerrarle la puerta a nuevas inversiones, sino de asumir la necesidad de ajustar la actual política de promoción para que volteen a vernos empresas de alto valor agregado, es decir, las relacionadas con los aspectos tecnológicos del desarrollo industrial, que no requieran agua para sus procesos y demanden poco personal, pero altamente especializado.

Por otra parte, la relocalización de empresas dentro de Coahuila implica la posibilidad de que otras regiones puedan mejorar su condición actual en términos de oferta laboral. Y en el caso específico de la Región Centro, contrarrestar los efectos negativos provocados por la quiebra de AHMSA y el largo período que ha estado inactiva.

Finalmente habría que señalar, como parte de los efectos positivos de este nuevo fenómeno, el que las inversiones permanecerían en Coahuila, pero sin duda le agregarían valor a la economía estatal.

Así pues, bienvenido el “nearshoring interno” e, independientemente de cómo haya surgido, conviene considerarlo como una estrategia más dentro de la política de promoción industrial de Coahuila.

Cabría esperar que las ventajas que evidencia a primera vista este hecho se concreten pronto en la realidad y que la movilidad dentro de la entidad, de inversiones vinculadas al sector automotriz -o cualquier otro-, sirva para consolidar la competitividad estatal y para que los beneficios de la exitosa política de promoción que hemos vivido a lo largo de las últimas décadas impacte a todas las comunidades coahuilenses.

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