Codicia pandémica globalista
Tener para el poder y para el placer.
Acumular riqueza para soberbia y hedonismo es la contaminación inmoral más extendida en el planeta. Es el autoengaño del falso yo que atrapa a ingenuos, a ineptos y a sugestionables.
En arca abierta el justo peca. La ocasión hace al ladrón. “No me den, sólo pónganme donde hay”, decía el aprendiz de cleptomanías. Muchos andan con mano metida en bolsillo ajeno.
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Mordida y soborno, falsificaciones, encarecimientos, recargos solapados. Medidas recortadas, contenidos disminuidos. Calidades rebajadas, aranceles exagerados, servicios encarecidos, fondos desviados. Regateos a artesanos empobrecidos. Tener lo que se debe aunque se deba lo que se tiene.
Ociosidad remunerada. Ausencias pagadas. Honorarios en ascensor, siempre en subida. Inflaciones devoradoras de canastas minimizadas.
Cirugías innecesarias. Injusticias sobrevaloradas. Ganancias desorbitadas. Deudas no pagadas y salarios encogidos.
AMBICIONES EN ABANICO
Mercados turbios de sustancias psicotrópicas que atacan salud y cobran envenenamientos. Ventas abusivas de medicamentos que quitan síntomas y dañan órganos. Carteristas de motocicleta que arrebatan y huyen. Contratos de facturaciones fraudulentas.
Corrupción es la búsqueda tramposa de provecho, sin ofrecer autenticidad, sino chanchullo y voracidad. La codicia está presente en todos los enriquecimientos inexplicables. En las pertenencias que superan ingresos declarados. En los ingresos que vienen en lo oscurito y bajo la mesa para comprar conciencias.
En lo público y lo privado se nubla la confianza por la falta de honradez y por todos los saltos que no se dan sin huarache. Ya la voz de Donald, en el país del norte, está anunciando campaña fumigadora en los ámbitos burocráticos, enmohecidos por cohechos y complicidades.
Tener puede ser codicia. Poder puede ser soberbia y placer, puede ser hedonismo y sensualidad descontrolada. La educación familiar y escolar, mediática y eclesial pueden ser antídotos y desinfectantes de estas deformaciones sin reforma.
VERDADES INCÓMODAS Y MENTIRAS CONFORTABLES
La queja por lo difícil se ha generalizado.
Lo valioso es lo que se ha llamado difícil. Se puede arrullar el confort con mentiras confortables. Y las verdades más auténticas pueden, para muchos, volverse incómodas.
Las campañas de cualquier candidatura, en todos los niveles, se encaminan por esas dos rutas. El discernimiento y el colmillo ciudadano descubren la ponzoña debajo del chocolate y valora lo amargo de lo que descubre verdadero.
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La opción por lo fácil lleva a graves precipitaciones riesgosas, pero las dificultades abruptas pueden tener el mejor rumbo para llegar a buenos resultados.
La sabiduría vale más que la ciencia y la tecnología. Se puede experimentar un falso progreso aparatoso de datos y novedades cuando se acentúa lo urgente y lo importante, descuidando lo esencial.
Justicia, paz y respeto. Buen juicio, equidad, reciedumbre y moderación son virtudes humanas que evitan desastres y fracasos.
TÉ CON FE
-Los ladrones asaltaron un banco y se llevaron millones.
-Pésima acción. Pero ha sido admirable su elección, su decisión, su concentración y su perseverancia.
Su habilidad merecía mejor intención para hacer algún bien...