Contagio deportivo en la información

Opinión
/ 18 marzo 2025

Acostumbrados a los encuentros de competencia, todo se presentaba en una narrativa de ganadores y perdedores

Parece que se colaron algunos cronistas deportivos en las tareas de aquel Concilio Vaticano II.

Acostumbrados a los encuentros de competencia, todo se presentaba en una narrativa de ganadores y perdedores. No parecía tener fibra ni nervio una nota en la que no se viera una pugna entre extremos contrarios.

La tipificación predilecta era la de los conservadores y los progresistas. Los que adelantaban el futuro y los que no podían despegarse del pasado. La tradición o las actualidades, lo acostumbrado o lo innovador. Repetir lo siempre realizado o estrenar lo no antes practicado.

TE PUEDE INTERESAR: Rebatinga de tarifas arancelarias

TRASPLANTE A MACETA POLÍTICA

Un extremo reprocha al otro su exceso. Estos quieren quedarse enganchados con lo que creen inamovible y aquellos tiran siempre a actualizarse con lo no estrenado.

El avance, aplaudido por unos, es abucheado por los otros. La veneración de aquellos por lo tradicional es considerado, por estos, como inmovilismo trasnochado o estancamiento anacrónico.

Este complejo de deportivismo desorbitado reencontró su acomodo en el mundo político. Ahora, los titulares de ocho columnas de las primeras planas han de tener ese tinte de antagonismo irreconciliable, de subida de tono para tensar la cuerda de la atención, antes de saber quién meterá el gol. Quién penetrará, con el balón de su opción, la portería contraria porque se busca ovación del graderío de la opinión pública, que glorifica a unos y condena a los contrarios.

ESPECTADORES POLARIZADOS

El simplismo espectador, auditor o lector sólo se pregunta internamente quién le ganó a quién en cada escaramuza verbal o de signos o propuestas. Es una dialéctica un poco hegeliana de tesis, antítesis y síntesis; de blanco o negro, sin gris. Todo se sumerge en un mar dilemático en que pueda señalarse de cuál de los dos barcos de guerra ha sido el naufragio. Ah... y se presenta como si fuera total y definitivo y... repiten, “lo cambiará todo”...

ABANICO DE OPORTUNIDADES

Ese abanico sólo se abre en situaciones críticas. El salto olímpico es majestuoso y victorioso cuando, en la carrera, se presenta el obstáculo. Mientras unos sólo se asustan con los riesgos, otros dan pasos de renacimiento triunfal.

TÉ CON FE

-Soy un criminal. Estoy lleno de odio, he matado con crueldad.

-Pero eres siempre amable.

No por tu conducta, sino por tu dignidad de persona.

Tu odio no te quita tu dignidad, sólo la contradice.

Eres un diamante, aunque estés en un charco de inmundicia.

Por lo que vales, por tu ser, puedes tener salvación de todo tu hacer si llegas a tener arrepentimiento y conversión, y aceptas la sanción que te impone la sociedad por tus delitos...

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM