Contaminamos el proceso legislativo
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“En mi humilde opinión no conviene un paro, conviene meter muchas demandas de amparo, inundar de demandas, les damos trámite. Nos concedemos suspensiones, contaminamos el proceso legislativo y san se acabó: en mi teoría se puede conceder la suspensión para el efecto de que no se apruebe por la Cámara revisora el proceso legislativo hasta que se resuelva de acá a unos 10 años el amparo”.
Ese fue el mensaje que envío un magistrado en una conversación por WhatsApp previo al paro laboral del Poder Judicial, así lo reveló el juez federal Rigoberto Almanza Rico durante una entrevista para Sin Embargo.
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Almanza Rico, titular del Segundo Tribunal Laboral Federal de Asuntos Individuales en el Estado de Veracruz, apareció hace unos días en una grabación que se volvió viral en redes sociales. En el video se observa a una representante de la agrupación recién creada de nombre “32 Circuitos Unidos”, hostigándolo por ser el único juez que estaba trabajando e incumpliendo el paro en el Poder Judicial, exigiéndole que no atendiera a ciudadanos que acudieran al Tribunal.
Aunque jueces y magistrados federales ya acordaron reanudar sus actividades a partir del próximo miércoles 16 de octubre y concluir así el paro laboral todo pagado en protesta por la reforma judicial, la reapertura de Juzgados y Tribunales es incierta porque la organización “32 Circuitos Unidos” −integrado por secretarios, actuarios y oficiales judiciales de todo el País−, anunció que seguirían en paro.
En mi humilde opinión, como diría el magistrado del WhatsApp, creo que México vive un momento excepcional: la vida pública ahora sí es pública. Se exhibe a los servidores públicos, se debate el interés general y se cuestiona a tomadores de decisiones; la mayoría de la población exige decisiones que favorezcan a las y los mexicanos por encima de grupos oligárquicos o extranjeros. Sin duda, hay un pueblo muy politizado e informado.
Por eso ya no sorprende conocer las opiniones privadas de algunos integrantes del Poder Judicial −pero muy representativas de ese Poder−: públicamente dicen defender la ley, pero detrás del telón han utilizado siempre la norma a conveniencia.
Afortunadamente para las y los mexicanos, a los iluminados justicieros se les acabaron los privilegios. Así que por más paros, amparos, suspensiones o artimañas para detener o dilatar el mandato popular de reformar el Poder Judicial siendo juez y parte, no podrán. Como dice el dicho: la justicia tarda, pero llega.
La República de las instituciones, la democracia y pueblo activo está comenzando a consolidarse, pero no solemos reconocer la historia cuando pasa de frente, sino hasta que la leemos.
