El año nuevo, la gratitud
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Cada año que se va genera nostalgia, recuerdos, añoranzas y qué mejor que celebrarlo en la mesa, con familia y amigos.
La formalidad se rompe un poco para celebrar, entusiasta y con rituales, para el próximo año venidero. Desde calzones rojos y amarillos, maletas en la puerta, lentejas, borregos de la abundancia, baños de sal, uvas, cartas con globos, manifestaciones y muchos más.
Este año 2025 fue un 9, que se va, un año de aprendizaje, entre los astros, los signos, carta astral y premoniciones se anuncia con bombo y platillo un año que por numerología es un año 1. Un año de nuevos ciclos que cae en el signo de Tauro y Escorpión lo que anuncia buenas vísperas. Un año de abundancia y de aperturas de caminos.
Transitamos por la era de Acuario donde se dice que todo saldrá a la luz; la verdad nos hace libres y con esa libertad recibimos la magia de un espectacular 2026. Los comensales esperan un año lleno de verdad gastronómica de propuestas honestas y variadas, precios justos a pesar de los aumentos. Y los que estamos del otro lado también deseamos muchos comensales empáticos, que gocen de nuestra cocina y hagamos un match profundo de sentires.
Existen mesas para todos los gustos, a parte que está de moda tener restaurante, quizá para muchos sea una cuestión de status, para otros es una experiencia, para unos una empresa y para muchos otros es nuestra vida. Y el comensal en esta era acuariana decidirá dónde asistir.
Jamás en tres años he escrito de mi restaurante Las Delicias de Mi General, hoy lo hago con humildad para cerrar un año con gratitud y amor a nuestros clientes, por que estamos de pie después de varias tormentas. Quiero darle un abrazo a mi sueño, un pequeñito reconocimiento.
La honestidad de nuestra cocina, de usar el menos aceite posible, de cuidar nuestros ingredientes: la crema, los quesos, realizar la cecina, el chorizo, la sangrita, usar hierbas, especias, el mole, volar ingredientes de Oaxaca, cacao, chiles, quesillo, tlayudas, mezcales.
El arte, la cultura, la comunidad que hemos formado. Vive Tu Centro, El Magno Altar, el altar de Santa Anita, el paso de la Mariposa Monarca, salieron del corazón de Las Delicias y con un esfuerzo compartido se lograron; si, también he trabajado mucho por mi entorno, es mi diezmo a Saltillo por abrazarnos, por la gran ciudad que es.
Tantas gracias por los ciclos que se cierran y abrimos otros llenos de creatividad y abundancia.
Amo el Centro Histórico, el 25000, el mejor sitio para conectar, para respirar la nostalgia del paso del tiempo, para recrear este fabuloso presente.
Sigamos compartiendo nuestra cocina, el vino, la buena cerveza y el sotol. El asado de bodas, buena carne y los atardeceres qué nos abrazan.
Que la gracia divina los acompañe siempre, que llegué lo nuevo en el amor de Dios con fe y esperanza.
Sigamos disfrutando de la grandes ofertas gastronómicas de nuestro bello Saltillo.
La vida es una gran receta.