El centro de Saltillo y su 6 de agosto

Opinión
/ 12 agosto 2025

Impresionante y conmovedor el que Catedral congrega horas y horas a cientos de fieles que van y vienen por las naves de la iglesia, en medio del calor sofocante, con la mirada puesta en la delicada figura del frente

¿Y mientras tanto qué ha pasado en la gran ciudad? La pregunta me la hace un saltillense que salió por un largo tiempo de Saltillo.

Ante la llegada del comienzo masivo de actividad febril a causa del inicio de clases y del regreso de vacaciones en los trabajos, la pregunta salta al aire.

TE PUEDE INTERESAR: Bella, asociaciones de rescate y el Centro de Bienestar Animal

En este comienzo, la actividad se verá doblada o triplicada en autos, en el grande movimiento vehicular. Igual de sobresaliente que en supermercados, en papelerías y otro tipo de comercios que hacen, literalmente, su agosto por estas fechas.

Interesante reflexión para en verdad evaluar cómo han sido las cosas en épocas como la actual: el término de las fiestas del aniversario de Saltillo; el festejo patronal del Santo Cristo.

Impresionante y conmovedor el que Catedral congrega horas y horas a cientos de fieles que van y vienen por las naves de la iglesia, en medio del calor sofocante, con la mirada puesta en la delicada figura del frente. Una imagen que les provee de paz y serenidad, que ha seducido por generaciones. Un instante, pero que les llena de luz.

La hora: media tarde. 5 de agosto. Se han congregado igual afuera que adentro un gran número de fieles. Se escucha el canto del vendedor: “Doraditos, calientitos, exquisitos, oiga”. Ofrece churros, que vuelan en un momento. Si eso pasa con los churros, en el caso de las enchiladas llega un momento en que se agotan y se maniobra para continuar haciendo más y más. La gente hace fila para llevar, para comer, para ir caminando con ellas.

La fuente de las Ninfas sigue esperando su momento. Tantos años y, además de descuidada, se recuerda que muchas veces se le ocultó detrás de pinos navideños. Seguirá esperando su momento para ser mejorado su aspecto, como la fuente de la plaza San Francisco, además saturada de basura y polvo.

Hay una frase muy linda que la gente ha hecho suya de la fiesta del Santo Cristo. “Vamos al Santo Cristo”. No se dice “Vamos a la fiesta de...”. Se expresa con “ir al Santo Cristo”, y eso hace al festejo algo personal, muy típico e intimista de la ciudad.

Se escucha a un joven que dice: “El Santo Cristo acaba con la gentrificación”. Ojalá y así sea. Que no se acerquen al centro para quitarle la esencia que tiene y su personalidad tan única que lo hace especial. Cada ciudad tiene sus propios festejos. En el caso de Saltillo, el 6 de agosto es una fiesta de propiedades particulares.

La ciudad se vuelve una; se recibe la visita de todos los puntos cardinales: aquí está el norte, el sur, el oriente y el poniente, y el centro se disfruta. ¿Qué le sobra? Lo que sí resulta de enorme importancia es el regreso a la cotidianidad de esa parte.

TE PUEDE INTERESAR: Refuerza Saltillo limpieza de callejones para mejorar calidad de vida

El regreso con calles limpias. A mí me sorprende que Arteaga, que todos los fines de semana recibe una ingente cantidad de visitantes, para el lunes su Alameda no tiene el olor que sí se tiene acá luego de la fiesta del 6 de agosto.

Esto es algo con lo que hay que trabajar. Que se establezca una mejor sincronía entre los fieles que arriban, los comerciantes y los encargados públicos para que la ciudad vuelva a amanecer fresca. Es un punto privilegiado. Que todo contribuya a ello, y no se comprometa ni en el futuro cercano ni en el lejano con la parte mercantil potencialmente excluyente.

Desearía que fuera un silencio monacal, únicamente roto por el tañer de las campanas, el elemento que lo distinguiera. Pero como resulta imposible ya en estos tiempos, que al menos se siga respirando el fervor antiguo por estas fechas de agosto.

COMENTARIOS