El jaloneo por Tesla y la inseguridad

Tesla. Estamos ante un jaloneo por ver en dónde pudiera quedar ubicada la planta de esta empresa, que vendría a fabricar autos eléctricos en México, lo que es positivo, ya que se trata de un proyecto que además de la generación de empleos formales de calidad, aporta un salto tecnológico de gran impacto por los efectos que tendría sobre el resto del sector automotriz y de la economía.

De concretarse este proyecto, se mandaría una poderosa señal para nuevas inversiones de alta tecnología, que son tan necesarias. Sobra decir que cada día hay un estado de la república que levanta la mano para ofrecerse como anfitrión. Sin embargo, el presidente López Obrador se metió en el debate, al decir que un estado prospecto como Nuevo León, no está en condiciones de hospedar la planta debido a la falta de agua, por lo que mejor sería localizarla en alguna entidad del sur del país.

Sin embargo, el tema puede resolverse si como parte de las negociaciones con Tesla, se acuerda establecer una planta tratadora que haga posible no sólo reciclar este recurso vital y escaso, sino incluso crear una nueva vertiente de negocio, con clientes para el agua tratada, después de satisfacer las necesidades de la empresa automotriz.

Al respecto, es interesante retomar la nota de Édgar González, reportero de VANGUARDIA, fechada el 23 de febrero pasado, sobre el proyecto de la “Línea Morada”, cuyo propósito es el tratamiento de aguas para proveer de este líquido a la industria de la región, con 450 litros de agua por segundo, si bien con posibilidades de incrementar el aforo mediante una serie de inversiones en infraestructura, estimadas en 190 millones de pesos.

Lo anterior es un ejemplo de que la limitación del agua no constituye un obstáculo fatal para el establecimiento de la planta de Tesla en el norte del territorio, mostrando de paso la creciente pertinencia de contar con una mayor capacidad de tratamiento de aguas que haga posible el avance económico.

Por otra parte, interferir, sugerir, condicionar o en un extremo, obligar a Musk a localizar su inversión con base en criterios políticos, pondría en riesgo el proyecto y que otra nación lo capitalizara.

Coahuila cuenta con los recursos, capacidad y experiencia para hospedar plantas como la señalada, ya sea para que se arraigue aquí, o bien enlazarse como un proveedor importante; en ambos casos sería una buena noticia, en especial si el talento local lograse insertarse en áreas como diseño, alta ingeniería y logística, por citar unos ejemplos. Esperamos que la racionalidad económica se imponga a los criterios políticos.

Hace días, el secretario de Economía del estado informó que en los próximos meses serán anunciadas inversiones que habrán de generar 20 mil empleos en la entidad; excelente noticia, pero que deberá ir acompañada de la planeación necesaria para ordenar este fuerte crecimiento. Hemos llegado a un punto en que debemos privilegiar la calidad sobre la cantidad de empleos.

La inseguridad. Causó consternación en Saltillo el asesinato de Lorenzo Mario González Villarreal, confiando en que se haga justicia y que este, caso como otros, no quede impune. Fue un empresario que dedicó su vida al trabajo, contribuyendo a llevar alimentos a las mesas de los mexicanos, ejemplo que recibió de su padre, perteneciente a aquella generación de agricultores, entre ellos mi progenitor, quienes asumiendo grandes riesgos, debieron vender e hipotecar propiedades, para cultivar a principios de los años 50 trigo, pasando luego en los 60’s al de la papa, en los vastos llanos de “Navidad”, Nuevo León.

La agricultura es un negocio expuesto a las fuerzas de la naturaleza, lo que comprobé aquel mediodía soleado faltando un día para la cosecha de la mies dorada, cuando de pronto a la hora de la comida, se comenzaron a formar las ominosas nubes que culminaron en una fuerte granizada, dando al traste en minutos con meses de intenso trabajo.

Otros agricultores que trabajaron estas tierras fueron: Miguel Cárdenas e hijos, Flavio Treviño y su hijo, mis tíos Roberto, Ramón Dávila, y Jesús Flores Luna, Horacio Canales, Jesús Gómez, Felipe López, Mario Garza, Leonardo Arzuaga, Eduardo Ramos Mazatán, Camilo Valdés, Sergio Garza, Heberto y Miguel Guajardo, Miguel Pepi, Jesús Barrera, Ricardo Villarreal y Sotero Sánchez. Ofrezco disculpas por las involuntarias omisiones.