El paquete económico 2025
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A mediados de noviembre se dará a conocer el presupuesto de la federación que regirá para el próximo año, entonces veremos de dónde saldrá el dinero para la operación del Gobierno Federal, así como para la de los estados y municipios. ¿Cómo se van a financiar los proyectos inaugurados, más no terminados de AMLO, y los nuevos que promueve la señora Sheinbaum?
Los primeros ya se conocen, y de los segundos, se pueden mencionar la ampliación de los programas sociales, la construcción del sistema de trenes de pasajeros y el de vivienda, a través del Infonavit-pese a que en el país existen más de 7 mil empresas constructoras-, a cuyo titular Octavio Romero, se le encomienda una gran responsabilidad, siendo que dejó resultados negativos durante su gestión en PEMEX. Con estas decisiones regresamos al México de los 70s.
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Lo del tren es un proyecto billonario, y se ignora si existe un estudio de factibilidad debidamente elaborado, o se trata de otra ocurrencia más. Pregunta: ¿Los carros rodarán sobre los rieles trazados en el porfiriato?
Mientras el gobierno anuncia nuevas iniciativas que implican un mayor gasto, por el otro, se tiene la necesidad de reducir el déficit fiscal de un seis, a un tres por ciento del PIB, para evitar una degradación en nuestra calificación crediticia. Esto sin contar con las crecientes presiones de las pensiones, el costo de los intereses de la deuda federal y desde luego, las asignaciones ya castigadas, en rubros como seguridad, salud, educación, medio ambiente, por mencionar unos ejemplos.
¿Entonces que podrá hacer el secretario de Hacienda? A propósito, circulan rumores que Ramírez de la O., dejará el cargo comenzando el año entrante. Es probable que la reducción del déficit sea gradual, para evitar un fuerte recorte al gasto, lo cual pudiera comprometer los planes de la titular del poder Ejecutivo, tomando en cuenta que el FMI estima que el PIB de México crecerá 1.3 por ciento en 2025, y eso sin considerar los efectos sobre la inversión de la reforma judicial, lo que podría reducirlo a un 0.4 por ciento; rondando la recesión.
Una solución profunda—pero políticamente riesgosa para el gobierno—sería una reforma fiscal, tomando en cuenta que tiene la mayoría en el Congreso para aprobarla. Otra medida, menos radical, pudiese ser crear incentivos para fomentar la economía formal, ya que así, se ampliaría la base de contribuyentes en automático, sin embargo, los morenistas cuentan con una clientela electoral importante en la informalidad. Se estima que en México dos terceras partes de las empresas son informales, lo que conlleva inseguridad y una baja productividad.
Otra posibilidad sería que el SAT intensificara su política recaudatoria, lo que podría significar mayor presión sobre las empresas, las que ya padecen los aumentos salariales y más días de vacaciones. Por lo anterior, hay que estar atentos a la letra chiquita de la próxima miscelánea fiscal; quién sabe si por ahí vengan camuflajeados nuevos impuestos.
Mientras acá en Coahuila, veremos si nuestros legisladores en el Congreso de la Unión, principalmente los morenistas como Cecilia Guadiana, Luis Fernando Salazar—desde el senado-, y el diputado Antonio Castro, como integrantes de la aplanadora oficial, logran gestionar recursos, pues más de 82 centavos de cada peso del presupuesto estatal, proceden de las transferencias federales.
Hay en todo esto una gran contradicción: la señora Sheinbaum pide confianza a los inversionistas, pero la destrucción del estado de Derecho sigue avanzando.
Los expedientes de la “izquierda” champañera. Toca el turno al diputado local—para variar del PT—, Tony Flores, quien presume un franciscano “Lamborghini” cuyo precio oscila entre cinco y 12 millones de pesos. Durante el gobierno de AMLO este personaje logró contratos de miles de millones de pesos de la CFE, y lo adivinó, por asignación directa, muchos de ellos.
Palabras de ayer. Sarao. Baile nocturno entre personas distinguidas.