El Séptimo Arte y los teatros del IMSS: Una iniciativa cuestionable
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A mediados de la semana pasada sonaron las alarmas entre los artistas teatrales luego de que el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, anunció que van a reactivar sus teatros con cine mexicano.
Esta iniciativa que puso sobre la mesa desde finales del 2019 el entonces presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, Sergio Mayer (sí, el mismo habitante de ese reality show llamado “La casa de los famosos”) se hizo oficial durante el evento de celebración del “Día del Cine Mexicano” el 15 de agosto pasado cuando aprovechando la inauguración de una nueva Cineteca y un homenaje a la primera actriz María Rojo por sus 80 años de vida, Robledo y la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Fraustro, firmaron un documento en el que el primero declaraba que gracias a la colaboración del Instituto con la mencionada Secretaría más de treinta teatros del IMSS serían transformados en espacios para exponer y disfrutar del cine mexicano.
Fue hasta mediados de la semana pasada, aún con la carencia de servicios de salud e infraestructura que son en apariencia debían de ser la prioridad del Instituto cuando en sus redes sociales Robledo retomó el tema como para darlo ya como un hecho subrayando al respecto lo siguiente: “No solamente la salud es ausencia de enfermedad, es la procuración de un estado de bienestar personal y colectivo” pareciendo plagiar (y mal) el discurso de protesta del presidente Adolfo López Mateos, cuya administración tuvo como emblema estos espacios y planteaba en los siguientes términos: “Elevar constantemente los niveles de vida del pueblo para alcanzar mayor libertad, más cultura y mejor bienestar, como atributos de la dignidad del hombre, que es el objeto esencial de las instituciones sociales”.
Esto abrió la puerta, según lo dicta el programa del Teatro del Seguro Social 1958-1964, para que Benito Coquet, entonces titular del Instituto, implementara una política que sería llevada a cabo a partir de la aplicación de dos estrategias: una, que implicaba la construcción de una infraestructura teatral sin precedente en América Latina y no superada hoy día; y dos, a través de un programa que contribuye a elevar el nivel cultural de la población asegurada y de sus familiares. La primera etapa se enfocó en la Ciudad de México con los teatros Xola, Tepeyac (hoy Carmen Montejo), Legaria, Independencia, Morelos, Hidalgo y Cuauhtémoc, llegando a sumar un total de 34 teatros repartidos en todo el país de los cuales sobreviven 28 entre los que se incluye el Teatro del Seguro Social de la capital de Coahuila.
Aunado a esta encomienda, se abrió una sección de teatro campesino a cargo del prestigioso dramaturgo Miguel Sabido, quien al enterarse de esta noticia utilizó su página de Facebook para publicar un desplegado que tituló “¡No al Atropello a los Teatros del Seguro Social!” e inicia diciendo: “Como miembro que fui del patronato para la operación de teatros del IMSS y ciudadano del teatro protesto airadamente por la absurda medida de ´habilitar los Teatros del Seguro Social como Cines´ anunciada por las autoridades del IMSS”.
Y agrega: “Entiendan señores: los Teatros del Seguro Social son un patrimonio arquitectónico cultural único en el mundo. Si no han sabido manejarlos, preguntemos cómo hacerlo a los sobrevivientes del gran movimiento teatral encabezado por Julio Prieto y que convirtió a México en pionero en el mundo entero. No a la estulticia y la ignorancia”. Desde aquí nos sumamos a este llamado.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Threads: Alfredo Galindo; X: @AlfredoGalindo
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