¿Es Buen Fin comprar para existir?

Opinión
/ 22 noviembre 2022
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El “pienso, luego existo” de Descartes genera preguntas.

¿Pensaba para existir? ¿Existía para pensar? ¿Era su pensar la prueba de su existencia? ¿Era su existencia la prueba de su pensar? ¿Era su pensar el buen fin de su existencia? O ¿era el existir el buen fin de su pensar?

En la postmodernidad parece que se dice “compro, luego existo”, “me parece que no soy si no compro”.

Así surgen las compras compulsivas. Las de atractivo inmediato y decisión relampagueante. Y ya se compra con un click del dedo índice que acepta el artículo, su calidad, su precio, el plazo de dos días para recibirlo en su casa con cargo a su tarjeta.

La campaña repetitiva del Buen Fin de semana, que ya invade el principio de la próxima, aprovechando puentes, requiere lo presencial a pesar de tiempos pandémicos y las tiendas y centros comerciales hacen sus convocatorias con el estímulo de porcentajes crecientes de descuento.

La gente carga su billetiza o su tarjeta de débito o crédito, después de ojear las ofertas en la prensa o escucharlas en su radio, contemplarlas en la TV o admirarlas en los mismos escaparates callejeros, empieza su itinerario y su adquisiciones que se vuelven cambiantes sobre la marcha.

El consumismo que se respira en el ambiente contagia a las clientelas ilusionadas y acaban comprando lo no previsto y dejando de lado buenas oportunidades.

Son los más disciplinados quienes se llevan lo más útil y barato. Evitan despilfarros y consiguen adquirir lo que realmente necesitan. El comercio se beneficia por los volúmenes de ventas que aumentan con los descuentos.

Lo que para algunos resulta un gasto excesivo y pesado las obligaciones de pago. Para otros no es sino el mejor fin para sus ingresos. Se invierten sin morder la reserva que se tiene para emergencias.

TOCABLES: INE Y PROPUESTA ELECTORAL

Ambos son como instrumentos musicales. Hay que saberlos tocar para que no sigan desafinaciones ni se estrenen nuevas. Se requiere el concierto más allá de las estridencias.

En este país nuestro, tan surrealista, tan bronco y reactivo, se quiere arreglar todo a trancazos. Violencia homicida o intentos de asesinato psicológico. Lenguaje ríspido y descalificador, falsedad calumniosa y etiquetaciones de quienes quieren exhibir ineptitud o malignidad ajena, sin verse también etiquetables.

Ni conformismo inmovilista sin mejoras necesarias, ni reforma deformante que atropelle lo esencial ciudadano. Que se toque bien para limpiar la función del instituto y que tampoco se desafine en lo esencial con imposiciones no ciudadanas. Si se tocan bien ambos instrumentos sonará el concierto con viento del pueblo que busca él mismo soplar para su bien integral.

EL QUINTO PARTIDO

Le tocó al equipo latinoamericano de Ecuador meter los dos primeros goles con destreza de negritud deportiva y así poner porción de champaña en la Copa del Mundo para el brindis futbolero internacional.

Hubo un momento de brazos de los jugadores vencedores, levantados en plegaria y alabanza cristiana en el estadio musulmán.

El quinto partido es el esperado por los espectadores mexicanos que ya apuestan por el gane de Polonia o México, o por empate. Los polacos se encomiendan a su paisano santo Juan Pablo II, y a la Guadalupana los de acá, que ensayan esperanzados...

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