Feliz año nuevo. Salud, dinero y amor duraderos
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Por primera vez en la historia de la humanidad, cinco generaciones diferentes están vivas al mismo tiempo. Niños de 8 años, con padres de 32, abuelos de 54, bisabuelos de 74 y tatarabuelos de 92 años, pueden convivir dado que más personas viven hasta edades avanzadas, las sociedades de todo el mundo son cada vez más diversas en cuanto a edades; y la gente tiene más oportunidades para vivir e interactuar con otras personas. En el último siglo, en la mayoría de los países, se ha duplicado la esperanza de vida; como México que pasó de 34 años en 1930 a 75 años en 2020.
En la mayoría de los países, la esperanza de vida de las mujeres es de cuatro a ocho años mayor a la de los hombres. Esta no es una diferencia puramente biológica, se atribuye también a diferentes comportamientos. Los hombres son menos cuidadosos con sus cuerpos que las mujeres. Los fumadores y consumidores de alcohol son más comunes entre los hombres. También contribuyen el estrés físico con aversiones simultáneas al tratamiento médico y las precauciones de salud.
En la gráfica se aprecia que la esperanza de vida en los países desarrollados es hasta 30 años más que en aquellos no desarrollados. México ocupa el lugar 68 con una esperanza de vida de 72 años para los hombres y 78 para las mujeres; 75 años en promedio. Al interior, la variación entre los estados es mínima, CDMX tiene la mayor con 76.5 años y Guerrero la menor con 73.2 años.
El lado azaroso del incremento en la esperanza de vida se manifiesta cuando se combina con el decremento de la tasa de natalidad y se mantiene la edad de jubilación de 60 años. Una vida laboral de 40 años difícilmente puede financiar 30 años de retiro.
En 2020, México sumó 17.3 millones de habitantes con 60 años o más, cifra que sigue en aumento. Al igual que las sociedades desarrolladas, México debe abordar desde ya el tema. Los sistemas de protección social, los programas de seguridad social, las pensiones y los ahorros personales se ven desafiados por el envejecimiento de la demografía y las prácticas cambiantes.
Si queremos vivir en una sociedad que valore y celebre genuinamente la longevidad, los esfuerzos para fomentar la comprensión intergeneracional son necesarios. Los debates políticos deben centrarse en cómo distribuir más uniformemente el poder y la responsabilidad. Con ingenio, temas como la edad de jubilación, aportaciones adicionales, programas laborales contra la discriminación de edad, deben dejarse de ver como un juego de suma cero entre jóvenes y viejos. Aprovechar los beneficios de la diversidad de edad podría agregar un sentido de propósito y pertenencia a siglos de vida y podría hacer que las sociedades sean más productivas y equitativas.
Querido lector;
De los 17.3 millones de mexicanos mayores a 60 años, cerca del 10% pueden costear un seguro de gastos médicos mayores que les alcance a cubrir su cuidado de salud de manera completa y eficiente. El aumento en la esperanza de vida puede ser atractivo para muchos; sufragarlo es un tema que nos incumbe a todos.
Agarren viada.