¡Gracias a las ‘morras del fut’ y al ‘tío soltero’! Empieza el mes del Orgullo LGBTQ+ y nimodérrimo

Así como lo escuchaste, y nimodérrimo, La Más Deluxe. Se llegó el mes del Orgullo LGBTQ+, momento para agruparnos, de recordar a los presos de la crujía “J” de Lecumberri que nos dieron Patria, de prenderle veladoras a Nancy Cárdenas por abrirnos el camino, de tomar las calles y cada espacio disponible para recordar que los puños seguirán en alto hasta que nadie sufra por ser y querer a quien quiera.

Como en toda revolución social, los que queremos, peleamos con lo que tenemos y gritamos desde donde podemos para que por fin llegue el momento en el que nadie tenga que hacerlo.

Sí, Coahuila fue pionero en la institución del Matrimonio Igualitario y recién otorgó la primera acta de nacimiento de género no binario, pero no podemos olvidar que el 43%* del alumnado que forma parte de la comunidad ha sufrido bullying, que la discriminación subió a un 20%**, que apenas hace unos meses un bar le negó la entrada a una mujer trans.

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No podemos callar ante la existencia y proliferación de “terapias de conversión”; frente a la falta de representación política —basta ver la boleta; ante la falta de refugios y de apoyo psicológico. Es imposible tener la boca cerrada frente a la escasez del tratamiento para VIH y las mínimas acciones para su prevención; frente a la sordera para la adquisición de vacunas contra la viruela símica.

Es momento de agradecer, claro, pero no a las instituciones, es momento de darle gracias al “raro del salón”, a “la machorra del fut”, a los “tíos solteros”; a Juanga, a Chavela, a Julio Galán, a Francis, a La Vogue, a los luchadores exóticos y a todos los que nos inspiraron y liberaron con su valor.

El machismo y la ignorancia mantiene ahogado a parte del colectivo; desde los que sufren una crianza violenta “para enderezarlos”, hasta quienes tienen que ocultarse bajo un uniforme porque no puede combatir la opresión y homofobia en su empleo. Por eso es necesaria la lucha.

¿Peleamos por privilegios? Sí, por tener el privilegio de salir a la calle luciendo como queremos, de la mano de quien amamos y a la hora que queramos; por el privilegio de dejar de escuchar “¿y la novia?”, “¿ya sienta cabeza”, “vístete como señorita”, “aguántese como los machos”, “eso es de niña(o)”; por el privilegio, que solo unos cuantos tienen en México: vivir sin miedo.

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*Declaraciones de la diputada Laura Francisca Aguilar Tabares en el Congreso de Coahuila, 23 de abril del 2023

**Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis), del INEGI