IMSS-Bienestar: Bienvenidos al infierno
Plácido Garza detona el resultado de una investigación periodística al interior del Seguro Social, distante años luz del servicio de calidad nórdica que prometió AMLO en 2019
Les platico:
La frase del título es de un empleado del IMSS-NL, quien no tuvo empacho en dejar a mi equipo tomar las fotos que quisiera sobre la deplorable “atención” que reciben los derechohabientes y sus familiares en las 63 clínicas que operan en éstas bárbaras y mal gobernadas tierras del norte.
El 13 de agosto hicimos una llamada a Ana Lucía Rodríguez, secretaria del Delegado del IMSS-NL, Tonatiuh Ortiz Castillo, quien llegó a ese puesto el 1 de febrero de 2022, procedente de Tijuana, aunque es egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Ana Lucía nos pidió que enviáramos nuestra solicitud de entrevista por correo y así lo hicimos.
A los dos días preguntamos al respecto y la misma persona nos dijo que su jefe andaba de viaje.
A pesar de que el Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS tiene en su organigrama a un Secretario de Propaganda (Angel Olvera Valladares) y a una Secretaria de Prensa (Leticia Lozano Martínez), la susodicha Ana Lucía no nos canalizó con Juan Cortés Vela, encargado de Comunicación Social del IMSS-NL desde el año 2020.
Volvimos a la carga el 19 de agosto y ni siquiera respondió al correo que le enviamos.
Queríamos obtener la versión de su jefe Ortiz Castillo sobre la avalancha de irregularidades que detectamos un mes atrás, durante las visitas que hicimos a buena parte de las instalaciones del IMSS en Nuevo León.
A diferencia de la mayoría de las publicaciones que señalan al deplorable servicio del IMSS, en boca de sus sufridos derechohabientes, en esta ocasión, las evidencias, los datos, las quejas, los lamentos y los accesos a prácticamente todas las instalaciones públicas, corrieron por cuenta del propio personal.
Tengo los nombres de todos, y algunos de ellos aceptaron que los publicara, pero no lo voy a hacer, porque seguramente les caería la guadaña vengadora de sus jefes o de los mismos delegados sindicales, a quienes temen más que a sus jefes en el organigrama.
Entonces, el material gráfico que ustedes van a ver aquí, podría decirse que es inédito, porque fue logrado con el apoyo del propio personal del IMSS-NL que está hasta la madre de ver el trato que reciben quienes no tienen otra opción que aguantar un servicio médico no de 4a, sino de 5a y muy lejano al de los países nórdicos con el que López Obrador ilusionó a los que votaron por Claudia Sheinbaum y por los candidatos del oficialismo.
¿Arre? ¡Arre!
Presupuesto nacional:
El IMSS-Bienestar, que sigue dirigiendo Zoé Robledo Aburto, tras su fallido intento por ser candidato a la gubernatura de Chiapas, ejerce este año un presupuesto inédito de $22,000 millones.
Su plantilla laboral la conforman a la fecha, 274,997 trabajadores. La mayoría está afiliado a un sindicato que dirige Arturo Olivares Cerda y que este año será sustituido por el “candidato de unidad”, Rafael Olivos Hernández.
Una comparación con Estados Unidos en la relación presupuesto-personal-usuarios refleja que el IMSS-Bienestar gasta el doble de dinero que el gobierno norteamericano y cualquiera que cruce la frontera se da cuenta de la diferencia abismal que existe entre ambos servicios médicos.
Incluso en hospitales privados como el Metodista de Texas, existen letreros que indican que cualquiera podrá ser atendido ahí en casos de emergencia, aunque no tengan dinero para pagar.
”Igualito” que en México, ¿verdad?
Las miserias que ofrece el IMSS-Bienestar a sus derechohabientes se percibe no solo dentro de sus instalaciones, sino en las inmediaciones de cada clínica.
Es inhumano ver tirados a los familiares foráneos durmiendo en la calle, mientras que apenas entra uno a las áreas donde despachan los chipocludos -y por supuesto las secretarias, como Ana Lucía Rodríguez- se siente el madrazo del aire acondicionado a todo lo que da.
El caso más patético que detectamos -son incontables- fue de los familiares que tienen que pasar las noches con sus familiares internados, porque el IMSS-Bienestar no tiene personal suficiente para encargarse de ellos, solo de día y digan que les fue bien.
Los parientes o amigos de los internados tienen que dormir en el vil suelo o sentados en desvencijadas sillas que fueron donadas por benefactores hace cuatro o más años.
Si algún enfermo no tiene quién le acompañe por las noches, con la pena, pero su cama tiene que ser desalojada para darle lugar a otro paciente que sí los tiene.
No me pregunten qué hace el IMSS-Bienestar con los que el mismo personal del Seguro llama “desahuciados”, porque es de terror.
Les quitan las camas, los llevan a las salas de espera y algunos se les han muerto en las sillas de ruedas a donde los amarran para que no se caigan mientras sus familiares pasan por ellos.
Imagínense escuchar por el altavoz: “A los familiares de Fulano de Tal, favor de pasar urgentemente por él a la sala de espera”, siendo que horas antes estaba encamado.
Los familiares piensan: “Ah, chingá, ¿de repente lo dieron de alta o qué?”
Es tan patético, que muchos de los pasantes de Medicina de la UANL y del Tec de Monterrey han tenido que ser atendidos psicológicamente para tratarse el trauma que les causa ver este tipo de escenas.
¿Quierén más?
Esos mismos pasantes, quienes reciben una paga miserable, porque es nomas “simbólica, tienen que llevar sus propios implementos para atender a los pacientes a su cargo.
Los jefes de las unidades médicas se aprovechan de que son “niños acomodados” y los hacen trabajar jornadas que incluso superan las 24 horas seguidas.
La paga que reciben mensualmente se les va en comprar gasas, vendas ¡medicinas, jeringas!, que el IMSS-Bienestar debería proveerles pero como vivimos un gobierno republicanamente austero, pues no hay dinero para eso.
Que no se les ocurra a los familiares de los internados ir al baño porque están “pa´l perro”, con perdón de tan nobles animales.
Los aires acondicionados calientan el ambiente, en vez de enfriarlo en esta Canícula norteña.
Los elevadores están inservibles y se caen del nulo mantenimiento que reciben.
Es muy conocido el caso del elevador descompuesto, que mató a una adolescente en Quintana Roo -incidente que dicen dentro del IMSS-Bienestar- le costó a Zoé Robledo Aburto su candidatura a la gubernatura de Chiapas por Morena, que ya se saboreaba este periodista venido a más como director del IMSS-Bienestar, sin ser médico.
Sabedores de esto, a quienes tienen que ir a cualquiera de sus clínicas, no les queda de otra mas que subir y bajar a “pincel”.
Fue patético ver a una madre de familia cargar en andas a una hija suya que tiene que subir y bajar por las escaleras doce pisos, para recibir un tratamiento contra el cáncer que aqueja a la chiquita.
En la clínica de avenida Constitución y Félix U. Gómez, una mujer de 78 años tuvo que ser atendida de emergencia cuando se desvaneció en el piso 2 -y aún le faltaban tres más- al subir por las escaleras para visitar a una hija suya.
El área de Ginecología es patética
Las pacientes -algunas de ellas retorciéndose de dolor- soportan esperas de hasta seis horas para luego, en una consulta “flash”, un médico general les receta Buscapina -medicamento descontinuado- para aliviar sus dolores.
Colas inmensas en las farmacias dentro de las clínicas, donde las recetas no pueden ser surtidas porque simplemente ¡no hay, no hay!
¿Estacionamientos para los familiares?
Tampoco hay, solamente para los jefes, sus secretarias y los delegados sindicales.
Las garitas que controlan el acceso están atendidas por guardias que por nada del mundo dejan entrar a alguien que no sean los jefes, los delegados sindicales o sus invitados.
Las rampas de acceso para emergencias están bloqueadas por los mismos vehículos del IMSS-Bienestar y en las banquetas, montones de familiares esperando noticias de los pacientes internados.
Los familiares menos fregados, tienen que estacionarse en lotes cercanos donde les cobran un dineral.
Entrevistamos al empleado de uno de esos estacionamientos y nos dijo que su patrón tiene 10 parqueaderos en igual número de clínicas del IMSS-Bienestar en Monterrey.
Paga de renta por los terrenos de cada uno y se mocha con un 35% para uno de los jefes del IMSS en NL.
En resumen, un soberano, republicano y cuatroteísta desmadre.
A ver si después de esto -y siempre y cuando ya haya regresado de sus vacaciones- Tonatiuh Ortiz Castillo o su secretaria Ana Lucía Rodríguez o el encargado de comunicación social, Juan Cortés Vela, responden a nuestras peticiones de cita.
Aunque pensándolo bien, con el boletín de prensa que a lo mejor emiten al respecto, seguramente se van a ir de lado... los tres.
Cuando asumió su cargo actual, Tonatihu dijo: “Ser nombrado nuevo titular de la representación del IMSS en Nuevo León, “es el compromiso de continuar haciendo grande a la institución y ofrecer a los derechohabientes atención de calidad”.
Doctor, hágame el favor de darse una vueltecita por cualquiera de sus clínicas y tenga a la mano un pañuelito para que se seque la sangre en la comisura de sus labios.
Sirve que su personal lo conoce, porque no tienen el gusto.
Cajón de Sartre:
- Los empresarios le tienen más miedo a los inspectores del IMSS-Bienestar que a los del SAT o la UIF.
- Es que -aunque usted no lo crea, como Ripley- el Seguro Social tiene el doble de “verificadores” que las otras dos instituciones. Son famosos por sus “afilados colmillos y garras”.
- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable, Intrusivo, Irredento, Irreverente, Implacable, Indómito e Imparable -más que Samuel- Iván, quien de reojo sigue de cerca el asunto de la UDEM.
RESPONDE IMSS A COLUMNA
El IMSS Nuevo León hizo llegar la siguiente tarjeta informativa, en respuesta a este artículo:
Con el objetivo de evitar la propagación de desinformación, la Representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León informa y hace importantes precisiones sobre el artículo de opinión del C. Plácido Garza:
El autor del artículo habla constantemente del “IMSS-Bienestar en Nuevo León”. Ante esto, es importante precisar que, a pesar del amplio crecimiento que ha tenido este Órgano Público Descentralizado (OPD) en el país, Nuevo León aún no forma parte del IMSS-Bienestar.
Por otro lado, el editorialista afirma que el titular del IMSS en el estado, doctor Tonatihu Ortiz Castillo, llegó a dicha oficina proveniente de Tijuana, lo cual es falso, pues nunca ha vivido ni ejercido en aquella ciudad.
En otra de sus afirmaciones, el articulista asegura que “muchos de los pasantes... del Tec de Monterrey han tenido que ser atendidos psicológicamente”, sin embargo, el IMSS en Nuevo León no cuenta con ningún “pasante” de dicha institución en sus unidades médicas, ni tampoco se les solicita a los “pasantes” de ninguna institución utilizar recursos propios para surtir insumos médicos y/o medicamentos.
El editorialista también sostiene que familiares “tienen que pasar las noches con sus familiares internados, porque el IMSS-Bienestar no tiene personxal (dixit) suficiente para encargarse de ellos”.
La realidad en el Instituto es que el acompañamiento a pacientes hospitalizados en el turno nocturno, contrario a lo que se afirma en el artículo, es voluntario y altamente solicitado por las familias ante personal de Trabajo Social.
Es importante hacer estas precisiones para poner en perspectiva las acusaciones, opiniones y afirmaciones del autor del artículo sobre el Instituto y sus funcionarios operativos y directivos.
Por otro lado, respecto a la gestión del autor para reunirse con el titular del Instituto en el estado, se informa que el 13 de agosto de 2024, el C. Plácido Garza se comunicó a la oficina del doctor Ortiz Castillo, a lo que su secretaria le brindó una cuenta de correo electrónico para solicitar su cita. Sin embargo, a la fecha, no se ha sido recibido ningún correo de dicha persona en esa cuenta.
No obstante, en aras de mantener una comunicación directa, fluida, transparente y basada en hechos verificables, como lo ha hecho desde el inicio de su encargo con todos los sectores de la sociedad nuevoleonesa, el titular del IMSS en el estado establecerá comunicación con el C. Plácido Garza para concretar la reunión solicitada.