Infecciones hospitalarias: ¿qué indica su incremento?

Por tercer año consecutivo, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, se está registrando en Coahuila un incremento en el número de casos de pacientes que contraen una infección mientras se encuentran internados en un hospital. El alza consistente de dicha estadística debe ser, sin duda, un signo de alarma.

Como lo informamos en esta edición, no se trata de un incremento que pueda explicarse a partir del crecimiento de la población, sino de un disparo en las cifras que, necesariamente, tiene su origen en otra parte. Y es que no es un comportamiento “normal”, desde ninguna óptica, el que durante el primer trimestre del año los casos hayan crecido en 63 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2023.

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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las infecciones intrahospitalarias son “aquellas infecciones que afectan a un paciente durante el proceso de asistencia en un hospital y otro centro sanitario, que no estaban presente ni incubando en el momento del ingreso”.

En otras palabras, se trata de un padecimiento que las personas adquieren y/o desarrollan debido a su estancia dentro de un nosocomio. Es, en esencia, un fenómeno previsible que, por consecuencia, debería evitarse.

Contrario a lo que podemos considerar en primera instancia, los hospitales son lugares insalubres. Y hay razón para que así sea, pues cuando acudimos a una institución de este tipo es porque sufrimos un accidente, contrajimos una enfermedad o requerimos atención para una dolencia repentina.

Justamente porque quienes acuden a un hospital llevan consigo todo tipo de microbios y agentes infecciosos, los responsables de su administración deben cumplir con rigurosos programas de higiene que incluyen tareas cuyo cumplimiento no es optativo.

Para garantizar esto último, las reglas sanitarias obligan a los nosocomios a llevar informes detallados de su actividad, lo cual incluye identificar y reportar los casos de infecciones hospitalarias. El monitoreo de esta variable, huelga decirlo, es de particular importancia.

Por ello, el que la incidencia de infecciones adquiridas en los hospitales se esté incrementando tendría que constituir una alerta para las autoridades responsables de la salud pública, pues podría ser indicio de que los protocolos de higiene no están siendo correctamente atendidos.

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No se trata de un asunto trivial sino de uno que involucra un riesgo serio para la salud pública, pues la contracción de una infección hospitalaria puede representar, en muchos casos, la diferencia entre abandonar el hospital con la salud recuperada o perder de la vida.

Cabría esperar por ello que, como debe ocurrir en el caso de cualquier estadística que se lleva de forma sistemática, las autoridades sanitarias reaccionen ante el comportamiento al alza de las infecciones adquiridas por pacientes de los hospitales coahuilenses.