La CEAV-Coahuila, un modelo nacional a favor de las víctimas
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Por Yolanda Morán Isais, Silvia Elida Ortiz Solís, María de la Luz López Castruita, Olga Lidia Saucedo García, Georgina Aranda Contreras y Claudia Janeth Soto Rodríguez
En 2014, se promulgó la Ley de Víctimas para el Estado de Coahuila que creó la Comisión encargada de garantizar los derechos de las víctimas de un delito o de una violación a sus derechos humanos.
Esta ley fue resultado de un movimiento social. Después de vivir una violencia generalizada, estructural e injusta que se desató por la delincuencia organizada en las últimas décadas, el Estado mexicano fue cómplice con el estado de inseguridad e incompetente para garantizar la vida e integridad de las personas.
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Nuestras hijas e hijos, nuestros seres queridos fueron desaparecidos arbitrariamente, sin que a la fecha el Estado haya asegurado la búsqueda efectiva, la verdad, la no impunidad y sin que se nos garantice la no repetición. Seguimos en la lucha porque a la gran mayoría de las víctimas no se nos ha garantizado justicia.
Después de la experiencia de más de 10 años de lucha por nuestros derechos, las víctimas hemos sido testigos del mal funcionamiento de las instituciones federales, estatales y municipales, encargadas de proteger la dignidad humana, la paz y la seguridad
Existe un reclamo social permanente: las instituciones no cuentan con el personal sensible y capacitado en derechos humanos para proteger nuestros derechos. La ignorancia, la falta de empatía y la soberbia son características inherentes a la mayoría de los servidores públicos que tenemos que enfrentar para defender nuestros derechos. El Estado es responsable de ello: se nombran, por lo regular, personas incompetentes, inexpertas e incluso corruptas.
Coahuila, sin embargo, ha sido una excepción en las instituciones encargadas de la búsqueda y la atención a las víctimas. Las familias nos hemos preocupado por crear y cuidar a las instituciones con personal idóneo. Es verdad que falta mucho por avanzar, pero a diferencia del ámbito federal y de otras entidades federativas, en Coahuila se ha desarrollado una política pública que ha creado leyes, instituciones, mecanismos, programas y personas profesionales que han sido reconocidas como un referente nacional e internacional en la materia.
Como víctimas tenemos derecho a evaluar a las instituciones que, por ley, se establecen para asegurar nuestros derechos. Pero sobre todo tenemos derecho a cuestionar a los titulares que se designan para dirigir a esas instituciones, pero también a participar en su elección.
Después de 10 años de creación de la CEAV-Coahuila, las víctimas somos conscientes y reconocemos que, a diferencia de otros estados y de la propia federación, tenemos un equipo profesional en el servicio público que da apoyo, solidaridad, respeto y trato digno a nuestras peticiones y situaciones de vulnerabilidad.
Existen acciones y políticas públicas en los últimos años que, de manera específica, tratan de generar mejores condiciones y garantías de respeto a los derechos de las víctimas.
Para lograr este buen resultado, existen personas que son claves para lograrlo. Maleni, como todas le decimos (con ese cariño ganado por años de atención sensible y digna), es una mujer preparada, sensible y profesional que durante más de 10 años ha trabajado en la construcción y consolidación institucional de la CEAV-Coahuila.
Maleni, sin duda, fue clave para que hoy se cuente con esta institución y con los mejores estándares profesionales de su personal que está certificado en su gran mayoría con estudios de posgrado y programas de trabajo que son únicos en el país, pero que también son sensibles, respetuosos y cercanos con las víctimas.
Durante esta semana, Maleni nos informó que concluyó su periodo por el que fue designada por el Congreso del Estado y, aunque tiene derecho a reelegirse y seguramente muchas familias respaldaríamos su propuesta para que el Ejecutivo del Estado apoyara su continuidad, nos ha compartido que, por decisión personal, prefiere no contender por un periodo más, para también facilitar un proceso que encuentre un nuevo liderazgo que, con nuevas ideas y proyectos, venga a renovar a esa institución.
Esta decisión demuestra la ética, principios y valores de Maleni que, bajo nuestra perspectiva de víctimas, no es una persona que le interese permanecer en un cargo público, sino más bien, como ella nos dijo en una carta de conclusión de su encargo, le interesa el avance de la institución y la atención de las víctimas, por eso resulta sano que, conforme a la ley, se tenga una nueva titularidad para asegurar nuevos proyectos e ideas que vengan a mejorar la protección de nuestros derechos humanos.
Por eso, así como reclamamos al Estado siempre sus malos funcionarios que han realizado malas actuaciones, también somos responsables en reconocer el buen trabajo de las personas que les corresponde atender la protección de nuestros derechos.
Maleni es una mujer valiosa que merece ese reconocimiento por su honestidad en el manejo adecuado y transparente de los recursos, por su sensibilidad y empatía para atender nuestras demandas y, sobre todo, por su gran profesionalismo para resolver con inteligencia, prudencia, capacidad de negociación y humildad para aceptar y fomentar la participación de las víctimas en las diferentes problemáticas graves que le correspondió atender durante su encargo oficial.
Como madres de hijos e hijas desaparecidas, le deseamos a Maleni mucho éxito en sus nuevos proyectos personales y profesionales. Sabemos que contamos siempre con su apoyo para seguir con nuestra lucha desde el espacio en el que se encuentre.
Y como parte de nuestro derecho a participar en la consulta de ley para elegir a la persona titular de la Presidencia de la CEAV-COAHUILA, confiamos en el Gobernador del Estado, Manolo Jiménez, y en todos los integrantes del Congreso del Estado, para que elijan a la persona que tenga la experiencia, sensibilidad y profesionalismo en un proceso amplio, transparente y participativo para seguir consolidando la agenda de protección de los derechos de las víctimas.
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Sabemos que el gobierno de Coahuila ha mostrado una gran responsabilidad para seguir fortaleciendo a las instituciones encargadas de la protección de nuestros derechos humanos.
Somos madres buscadoras que no sólo buscamos a nuestros hijos e hijas, sino que seguimos exigiendo y construyendo junto al Estado la verdad, justicia y no repetición para que podamos vivir en paz y sin violencia en nuestra sociedad. Esa es nuestra lucha.
Gracias Maleni por ser puente entre nuestras necesidades y la respuesta del Estado, por anteponer la atención a las familias sobre los límites de tus atribuciones y hacer de nuestra lucha, tu lucha.
Las autoras son integrantes de los colectivos BUSCAME Buscando Desaparecidos México, Grupo V.I.D.A. Víctimas por sus Derechos en Acción, Alas de Esperanza de Allende Coahuila, Voz que Clama Justicia por Personas Desaparecidas, Caravana Internacional de Búsqueda de Desaparecidos y Rastreadoras Nacionales de Desaparecidos - RANADES.
Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos de VANGUARDIA y la Academia IDH