La decadencia del matrimonio

Opinión
/ 24 abril 2022
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“Affleck y Lopez están a punto de embarcarse en una relación reducida y sofocante como un ataúd cerrado. Y se van a divorciar. De mí se acuerdan.”

1.- Estamos ya a punto de concluir el primer cuarto del siglo 21. Al momento de escribir estas líneas faltan solamente 2 años, 8 meses y 7 días para llegar a 2025. La famosa frase cliché que dice “¡Cómo pasa el tiempo!” es más válida que nunca. Hace apenas unos segundos estábamos celebrando el cambio de siglo y milenio y ya estamos disfrutando de los años 20, con todas sus ventajas y desventajas.

2.- Justamente en esta época, cuando deberíamos ser más avanzados y movernos al ritmo vertiginoso de la tecnología en las últimas décadas, los seres humanos nos mantenemos aferrados a sistemas, instituciones y costumbres que funcionaban en el siglo 19 pero que ya no sirven para nada en los nuevos tiempos. Es como si quisiéramos seguir usando telegramas cuando podemos mandar un WhatsApp en un par de segundos.

3.- Una de esas instituciones, que es más anacrónica que los teléfonos públicos de monedas, es el matrimonio. Y antes de que los integrantes de la Asociación de la Decencia a Ultranza exijan mi cancelación inmediata, debo aclarar que no estoy en contra del matrimonio, ni de que las personas se casen. El punto es que esta antigua institución, hecha de convencionalismos sociales, necesita ser actualizada y enriquecida para estar acorde a estos tiempos.

4.- Nuestra cultura actual ha dado mucho poder al individuo. Estamos más conscientes que nunca del valor que cada persona tiene y del respeto que debemos dar a toda forma de vida. Por eso, si el matrimonio tradicional hace que una de las dos partes, o ambas, se sientan sometidas a la voluntad de la pareja, se convierte en un yugo insostenible. Uno de los ejemplos más crudos es el que hemos visto con el divorcio de Johnny Deep y Amber Heard.

5.- Ambos están enfrascados en un escabroso juicio de divorcio que sacó revelaciones monstruosas de lo que vivieron juntos. Que hubo golpes, humillaciones, uno defecó en la cama del otro y así hasta el infinito. Lo único cierto es que Deep y Heard se odian profundamente. ¿En qué momento una pareja que se amaba tiernamente se convierte en el peor enemigo mutuo? La cantidad de dolor que acumulan es una aplastante roca en sus corazones.

6.- Otra pareja que también está dando señales de tener una relación extraña es la formada por Ben Affleck y Jennifer Lopez. Después de haber estado comprometidos hace dos décadas y haberse casado cada uno con personas diferentes y tener hijos, ninguno de ellos en común, ahora resulta que se van a casar. Pero han hecho un contrato prematrimonial con cláusulas tan específicas y extrañas como la que exige tener relaciones sexuales 4 veces por semana.

7.- ¿Qué clase de robot planea sus encuentros íntimos con estrictas agendas mensuales? Affleck y Lopez están a punto de embarcarse en una relación reducida y sofocante como un ataúd cerrado. Y se van a divorciar. De mi se acuerdan. Así como se van a divorciar Will Smith y Jada Pinkett. Es por este tipo de ejemplos desconsoladores que la institución matrimonial tiene que ser revisada y adaptada a los nuevos tiempos. Quitar prejuicios y tabúes; agregar elementos que promuevan la armonía, el crecimiento y, por piedad, el amor.

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