La isla

Opinión
/ 10 junio 2023
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Convertido en un territorio insular, Coahuila es un espacio políticamente estable con índices de criminalidad bajos y un crecimiento económico que alcanza buena parte de la población. Una especie de país autónomo, un estado con sus propios poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, con un modelo que perdura porque supo adaptarse.

¿Por qué el modelo resiste las críticas? Es sencillo: La clase dirigente ha podido convencer a la mayoría de que pueden garantizar el orden establecido. Coahuila ha sido refractario al obradorismo, poderoso imperio que ha fracasado en cada uno de los intentos de invasión. Las elecciones del fin de semana pasado lo han replegado a sus territorios, pero créalo, van a perfeccionarse, a seguir intentándolo.

El único momento en que la isla vivió un riesgo real, ocurrió hace seis años cuando la gubernatura vivió su competencia más cerrada y la supervivencia estuvo en riesgo. La elección más competida de la historia fue la de Miguel Riquelme, pues cargó con el descrédito de su antecesor, sobre quien siguen pesando señalamientos sobre empresas fantasmas, violaciones a los derechos humanos y la construcción de un andamiaje legal y burocrático de protección y persistencia transexenal.

Superado eso, pragmático y conciliador, y sin la belicosidad de su predecesor, Riquelme ha jugado a la política con paciencia, diplomacia y habilidad, captando o cooptando a opositores, sin polarizar y resistiendo los embates externos e internos. Las intentonas conspiradoras del “Rubenismo” de hacerse de la candidatura del PRI fracasaron, como lo hizo también el acecho de la 4T que jamás logró descifrar los deseos de los habitantes de la isla y las verdaderas debilidades de su gobierno.

Mañana, cuando Manolo Jiménez reciba la constancia de mayoría, habrá de culminar un cuidadoso proceso iniciado por su abuelo, el ingeniero Luis Horacio Salinas, su padre Manuel Jiménez Flores y el gobernador Miguel Riquelme, para apoyar su meteórica carrera que inició como regidor, siguió como diputado local, alcalde de Saltillo, secretario de Desarrollo Social y hoy, gobernador.

Mantener la estabilidad y alcanzar la increíble cifra de cien años gobernando esta isla, requiere de una nueva clase dirigente. Así pues, es poco probable que alguno de los titulares del actual gabinete legal y hasta del ampliado repita en sus posiciones actuales; y es que si el sistema ha funcionado es porque ha sabido renovarse y solo estuvo en riesgo cuando hizo lo contrario.

En el grupo de jóvenes del primer y segundo círculo de Manolo están Blas Flores González, Diego Rodríguez, Federico Fernández, Antonio Gutiérrez, Javier Díaz, Gabriel Elizondo, Ricardo González, Marimar Arroyo, Luz Elena Morales, María Bárbara Cepeda, José Ángel Rodríguez y Andrés Garza. Otros políticos cercanos son Carlos Robles Lostaunau, Eduardo Olmos, Óscar Pimentel, Miguel Mery, Fernando Simón Gutiérrez, Hilda Flores, Verónica Martínez, Azucena Ramos y Elsa Laura de León, que aportarán experiencia. En estos perfiles encontrará titulares de áreas, presidentes del Congreso y del Poder Judicial, nuevos magistrados y hasta posibles proyectos para el 2029.

En esa nueva generación que acompañará a Manolo, algunos de los cuales podrían integrarse en un intento por “ciudadanizar” -cualquier cosa que eso signifique- el gobierno, están empresarios y profesionistas como Joaquín Arizpe, Jorge Ayax y Esteban Garza Fishburn; otros empresarios cercanos al Manolismo, parte también de esta nueva generación son Juan Carlos Saade, Salvador José, César Cantú, Roberto Cabello y los hermanos Víctor y Alberto Mohamar, así como Jorge y Virgilio Verduzco.

A diferencia de lo que creían algunos, la jornada electoral del domingo anterior fue relativamente sencilla para el ganador; los votos y la abismal distancia con el segundo y tercer lugar lo prueban. La división entre Morena y PT se convirtió en una casi creíble comedia, aceptada y alentada a manera de ejemplo desde Palacio Nacional. Sobre la participación del PAN y PRD, las cifras los ubican en su trágica realidad.

Así que, piénselo bien, pues luego de los resultados electorales, ¿quién de los grupos políticos, partidistas o empresariales de esta isla, puede creer que está en posición de exigir algo?

@marcosduranf

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