La juventud y la administración pública
La administración pública, definida como el conjunto de órganos e instituciones que se encargan de dictar y ejecutar las políticas públicas, juega un papel esencial en el mejoramiento de la vida de las personas. Herbert A. Simon Donald, politólogo reconocido de la Universidad Carnegie Mellon, afirma que la administración empieza cuando dos personas se ayudan entre sí a mover una piedra que ninguna de las dos podría mover por sí sola.
En 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución por medio de la que se designó el 23 de junio como el Día de la Administración Pública. Uno de los principales objetivos de la efeméride consiste en alentar a las y los jóvenes para que sigan carreras dentro de este campo del conocimiento, pero... ¿por qué es importante que nuestros jóvenes sigan carreras en la administración pública?
Moisés Naím en su libro “El Fin del Poder” cuenta cómo el poder en la actualidad fluye gracias a que las antiguas barreras que protegían a las personas que concentraban el poder se han resquebrajado. El autor propone que el derrumbamiento de estas barreras, que históricamente concentraban el poder en unas cuantas personas, tiene como consecuencia que éste ahora se encuentre en movimiento entre quienes tienen la fuerza bruta y quienes tienen mayores conocimientos... de los viejos gigantes empresariales a empresas jóvenes y dinámicas, de los hombres a las mujeres y de los más viejos a los jóvenes.
Hoy, el mundo se enfrenta a grandes y variadas problemáticas: la crisis sanitaria, migratoria, económica, el agotamiento de los recursos naturales, el tráfico de personas, la desigualdad social y económica, los delitos cibernéticos, entre otros grandes retos que día con día se vuelven más complejos de abordar y resolver. Estos grandes retos, que enfrentamos como humanidad, requieren de nuevos y variados actores en el campo de la administración pública para hacerles frente con nuevas e innovadoras propuestas.
La participación de nuevos actores en la vida política de nuestro País es posible gracias al pluralismo político que permite diversificar el poder público. Que no sean los mismos grupos de personas los que siempre ejercen el poder público de manera exclusiva. En este caso, el pluralismo político, en cuanto a la edad de los servidores públicos, es fundamental para que las nuevas generaciones de jóvenes servidores públicos puedan ser escuchados en la vida democrática de nuestro País y que, desde su visión del mundo, puedan proponer acciones para afrontar los grandes retos de nuestra sociedad.
¿Es suficiente la inclusión de jóvenes dentro de la administración pública para transformar la realidad social? La inclusión de jóvenes y de cualquier grupo social en la participación de la vida pública nos permite poder generar diálogos basados en la diversidad ideológica, celebrar esa diversidad y tomar decisiones sin dejar a nadie atrás.
Pero bien, si lo que buscamos son resultados distintos, no podemos hacer siempre lo mismo. Lo anterior lo podemos traducir de la siguiente manera: si queremos que los jóvenes estudiantes de hoy sean los verdaderos agentes del cambio social de mañana, se deben de facilitar modelos de educación con una perspectiva distinta a la tradicional. Duncan Kennedy, uno de los fundadores del movimiento denominado como Critical Legal Studies, sostiene que mucho de lo que se enseña en las facultades de derecho sirve para preparar abogados listos para pelear por intereses que en nada o poco contribuye al mejoramiento de la sociedad, o bien, que atentan en contra de los intereses de la sociedad misma.
A propósito de esto, a partir del próximo semestre, se pondrá en marcha una propuesta educativa nueva, la Licenciatura en Derecho con Perspectiva en Derechos Humanos, impartida por la Academia IDH. Entre sus objetivos, este programa educativo busca dar paso a un modelo de educación propio del siglo 21, en el que se enseñe a reconocer problemas sociales, a proponer soluciones, se enseñe la importancia de servir a la comunidad y la importancia de ser agentes de paz.
Con ello, entre otras cosas, se busca poder contar con generaciones de servidores públicos que tengan una perspectiva de derechos humanos. Por tal razón, a nosotros como sociedad nos toca alentar a las y los jóvenes para que ocupen espacios dentro de la administración pública, nos toca dar a la juventud nuestro voto de confianza para que puedan acceder a carreras en la administración pública y, sobre todo, nos toca confiar en el modelo de educación AIDH en el que se formarán personas servidoras públicas con perspectiva de derechos humanos, que en su debido momento contribuirán a transformar la sociedad. Tengamos
presente que en donde hay administraciones capaces hay gobiernos capaces, y en donde hay gobiernos capaces, el desarrollo sostenible es la constante y no la excepción.
El autor es auxiliar
de investigación
en la Academia Interamericana de Derechos Humanos
Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos
de VANGUARDIA
y la Academia IDH