La Niña Callada
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Los niños han sido protagonistas de historias del Séptimo Arte prácticamente desde sus inicios y clásicos del cine silente como “El chico” (Charlie Chaplin, 1921) donde debutó como niño actor Jackie Coogan.
Dentro del cine sonoro, a partir de los años 30 no sólo el cine norteamericano se destacó por los debuts de quienes serían otros prolíficos actores de Hollywood desde Jackie Cooper (“El Campeón”; “Skippy”) a Shirley Temple, entre otros más; en Europa en años subsiguientes es prácticamente imposible que un cinéfilo que se precie de serlo pase por alto clásicos protagonizados por niños de la cinematografía italiana como “Ladrones de Bicicletas” (Vittorio de Sica, 1948) o la francesa “Los 400 Golpes” (Francois Truffaut, 1959) , mientras que en México no podemos pasar por alto las presencias de niños que particularmente a partir de la Época de Oro hicieron historia en nuestro cine como sucedió con Evita Muñoz “Chachita”; María Eugenia Llamas “La Tucita”; Narciso Busquets y Alfonso Mejía, entre otros.
Todo esto viene a colación porque hoy se estrena en las salas de cine de México un filme que estuvo contendiendo este año por el Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional que finalmente ganó el remake alemán de “Sin Novedad en el Frente”, de Edward Berger, y que como otra de las nominadas en este año como la danesa “Close”, de Lucas Dhont, tiene como protagonista en su caso a menores de edad puesto que se trata de “La Niña Callada” (“The Quiet Girl”), ópera prima del cineasta de origen irlándés Colm Bairéad y que venía precedida antes de su nominación a la estatuilla dorada a victorias importantes que tuvo en Festivales como el Festival Internacional de Cine de Berlín del año pasado.
“La Niña Callada”, como su título lo indica, se centra en la historia de Cáit (Catherine Clinch), una niña introvertida e inclusive de semblante apagado que es la hija más pequeña de un matrimonio disfuncional y entre otras cosas por tratarse de “una boca más qué comer” su padres ven como una muy buena oportunidad que una prima de la madre, Eiblin (Crrie Crowley) pueda llevarse a Cait a vivir con ella y su esposo durante el verano. Habiendo experimentado una tragedia reciente Eiblin y su esposo Seán (Andrew Bennett), experimentan una especie de catarsis de esta convivencia que será determinante para el resto de sus vidas.
Retomando el inicio de nuestro comentario de hoy, “La Niña Callada” tiene como principal imán la presencia actoral de la actriz infantil Catherine Clinch por ese arco de evolución que tiene su personaje nos remite a clásicos también del cine europeo y en su caso ganadores del Oscar a la Mejor Película Extranjera de 1983 (“Fanny y Alexander”, de Ingmar Bergman) y de 1988 (“Pelle el Conquistador”, de Bille August) en las que si bien a sus protagonistas infantiles se les perdió de manera oficial la huella como actores al llegar a la mayoría de edad quienes vimos estas películas es indudable que mantengamos vivas en la memoria las imágenes de aquellos niños que se enfrentaron desde muy pequeños a situaciones decisivas para su vida a muy temprana edad.
Si a esto agregamos el trabajo de un propositivo cineasta como los mencionados, con una bello trabajo audiovisual en general, “La Niña Callada” es una película que al irnos a la disolvencia final de los créditos finales muy seguramente quedará grabada en su memoria y en su corazón.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Threads: Alfredo Galindo; X: @AlfredoGalindo
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