La transición de las dos M en Coahuila (2)

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Finalizo la dimensión institucional de la transición de las dos M, con tres hechos realizados por Miguel:
1) Junto a la embestida del crimen organizado para invadir Coahuila, Miguel enfrentó sin apoyo del Gobierno Federal las oleadas de hasta 10 mil migrantes que, de manera súbita y por distintos medios de transporte, arribaron a la frontera de Coahuila con Texas. Para ello, la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado instalaron filtros terrestres para combatir a “los polleros” o integrantes del crimen organizado que cobran a los migrantes para cruzarlos por la frontera hacia Estados Unidos.
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2) También Miguel se dio tiempo para liquidar la deuda a corto plazo por 3 mil 300 millones de pesos y reestructurar la deuda a largo plazo por 36 mil 269 millones 382 mil 225 pesos con 43 centavos.
3) Y rechazó la distribución de los libros de texto gratuito por su marcado tinte doctrinario e ideológico, afín a la 4T. Por ello, el 26 de septiembre lanzó el programa “Coahuila Educa” que consistió en elaborar, publicar y distribuir más de un millón 243 mil 251 libros de texto para niños y adolescentes de Educación Básica.
Con una inversión de 72.4 millones de pesos, Coahuila fue la única entidad de la República que repuso las herramientas de trabajo de maestros y alumnos por igual.
Hasta aquí el trabajo institucional de Manolo y Miguel en este periodo transicional. Ahora, ¿cuál es la dimensión pedagógica del mismo? Hay una enseñanza significativa en dos niveles: entre las dos M, y entre ellos y los coahuilenses. Dos generaciones de políticos, representadas por cada uno de ellos, mostraron el respeto, la prudencia, la inteligencia y la madurez políticas para cerrar un ciclo sexenal con logros significativos y abrir otro, que recuperará lo mejor del actual e innovará lo necesario de cara al siglo 21.
Un botón de muestra: Mientras Manolo llevaba a su límite las tareas estratégicas y las decisiones políticas necesarias para amarrar la plataforma de su gobierno, Miguel cerraba a tambor batiente su sexenio en las cinco regiones del Coahuila para recibir un justo y merecido reconocimiento de los coahuilenses por su liderazgo político y autoridad moral.
¿Qué aprendimos los coahuilenses de ellos y del futuro por venir? Aprendimos la importancia de la continuidad con una mejora futura en tres temas sustantivos para asegurar nuestra calidad de vida: blindaje de la seguridad pública, atracción de inversiones y generación de empleo. De esta manera, el respeto por Miguel se profundiza; mientras la esperanza por Manolo crece. Y el futuro de Coahuila se afirma en un entorno incierto y complejo.
Finalmente; en su dimensión política, ¿cuáles son los mensajes que nos deja este proceso de transición? Primero: el diálogo y el respeto intergeneracionales son cruciales para asegurar el mejor futuro posible para Coahuila. Segundo: las dos M sellaron una alianza implícita en el protagonismo que ambos jugarán en la definición de los destinos de su partido. Y tercero, más allá de toda afinidad política y afectiva entre las dos M, Miguel respetará desde la distancia, con su disciplina y prudencia acostumbradas, el ejercicio de gobierno de Manolo.
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El 30 de noviembre de este año, Miguel deja la gubernatura de Coahuila con un blasón único: es el gobernador con el mayor poder político en su sexto año de gobierno, cuando es comparado, por lo menos, con los últimos seis gobernadores estatales. Ese honor adquiere otra dimensión, por el entorno que definió su gestión con una alta deuda heredada, un constante asedio del crimen organizado y un continuo recorte presupuestal del Gobierno Federal.
El primero de diciembre llega Manolo a la gubernatura con una sólida legitimidad bajo un entorno similar. Cuenta con la confianza de las mayorías coahuilenses para que su gestión, nutrida por un gobierno ciudadanizado y un recambio generacional, refuerce lo vivido en este sexenio y reinvente nuestra esperanza colectiva de cara al siglo 21 bajo su liderazgo político y su autoridad moral.
Nota: Regresaré a nuestra conversación el 8 de noviembre.
El autor es director general del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución