La vida sigue después de las elecciones
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En la trama de lo que avizoro como un nuevo México, porque en la actualidad su población tiene una masa crítica distinta a la que existió en mi formación como persona, hay muchas acciones por hacer porque existe aún un gran porcentaje de la población bajo condiciones de pobreza e inseguridad. La inclusión es algo que no puede esperar. La conservación del medio ambiente y de las culturas originarias son temas pendientes que, aunque estén sobrediagnosticados, no están en la agenda nacional con la relevancia necesaria.
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¿Hacia dónde podemos dirigir nuestra mirada para buscar un apoyo que no implique compromisos partidistas? Cómo lograr el hambre cero, que es uno de los más importantes objetivos de desarrollo sustentable en el marco de la Agenda 2030, si en lugares periurbanos de entidades federativas norteñas en México persisten aún las necesidades alimentarias, mayormente en comunidades del centro y sur-sureste del territorio nacional.
Apenas el viernes me informaban que las actividades sociales y deportivas se habían detenido en los pueblos yaquis localizados en Guaymas, Sonora, porque la delincuencia “hace lo que le da la gana” y tiene aterrorizada a la gente. En Vícam, anunció Ana Mar Díaz por medio de Facebook que: “Se avisa a los padres de familia de los niños que estaban entrenando en la categoría 2012-2013 que se suspenderá cualquier evento relacionado con el futbol, entrenamientos y juegos”. En escuelas universitarias localizadas en Ciudad Obregón, cercana a los pueblos yaquis, se han suspendido clases por problemas ligados a los delincuentes. En paralelo la hambruna de los rarámuris en Chihuahua persiste ante una sequía desoladora.
No puede haber mayor ejemplo de la pérdida de la libertad en una sociedad cuando a la niñez se le retira de los campos de juego. En el caso de los yaquis lo lamento, en especial porque recientemente el empresario y promotor de beisbol infantil, Pepe Maiz, hizo firmar a los jugadores del equipo “Sultanes de Monterrey” un jersey oficial que será rifado para obtener fondos para dos equipos de peloteritos yaquis de Rahum.
En el caso de los estudiantes no puede haber nada peor para su futuro que perder la oportunidad de acudir a las aulas por temor a presenciar y ser víctimas potenciales de un enfrentamiento entre integrantes de cárteles de droga.
De pronto se comprende que la vida sigue después del conteo del 100 por ciento de las actas computadas por el INE en las pasadas elecciones; después de los reacomodos y de la institucionalización en el poder de un partido mayoritario, mientras que hay niños y jóvenes inoculando en su mente la idea de ser narcos, como bien lo decía con llanto en sus ojos expresivos la irrepetible lagunera Magda Briones. La recuerdo vivamente después de que a la persona que la apoyaba con el servicio doméstico le habían “levantado” a su hijo adolescente. Doña Magda con el coraje en la garganta se exaltaba por el crecimiento del narcotráfico y su impacto en la sociedad.
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Por lo visto también continuará la presencia nefasta de la delincuencia en los años venideros. ¿Cómo combatir a este flagelo social que tanto incide en el ring de la política? Si el tipo de cambio con relación al dólar desmerece el valor del peso; si se potencia la fuga de capitales; si los bosques y selvas se depredan impunemente bajo el control de la delincuencia; si el riesgo país de México en el contexto mundial crece... ¿en dónde quedará el cuidado y protección para nuestras infancias y adolescencias? ¿Los encerraremos en nuestras casas para ocultarlos de la realidad? o ¿los apoyaremos preparándolos para esta vida que sigue en el contexto de un país distinto?