Lancetas (parte 3)

En esta entrega de las lancetas coahuilenses hay de chile, dulce y manteca, teniendo el criterio de que lo que está mal, está mal, aunque lo haga mucha gente.
PRIMERA LANCETA. VANGUARDIA en una editorial da cuenta de un dato más que interesante y que confirma ese saqueo impune a la escuela de cuadros del PRI, mal llamada Universidad de Coahuila.
Resulta que, común en esta época, por andar presumiendo que su hijo fue inscrito en una universidad famosa de Estados Unidos, la directora de la escuela de Administración destapó y confirmó la danza de los millones en la Universidad y la impunidad grosera con la que se hace uso de los recursos.
La inscripción del muchacho en esa escuela tuvo un costo de 1.2 millones de pesos, pero aun juntando los sueldos de la pareja (su esposo era el anterior director y, siguiendo la fórmula Moreira, impulsó a la esposa) no completan para pagarla y al mismo tiempo sobrevivir.
Esta práctica fue iniciada por el rector del periodo 1997-2001 y continuada por la mafia que instauró en la misma, de tal manera que al finalizar sus periodos diversos rectores −incluyéndolo− aparecían con residencias suntuosas, terrenos, edificios y hasta un resort vacacional, y raramente la versión de ese patrimonio fue derivada del arduo trabajo durante años que, curiosamente, vieron cristalizada una vez que dejaron de ser funcionarios de la Universidad. (¿Qué raro? ¡Y qué sinvergüenzas!)
La condena que le dictaron estos individuos a la institución fue condenarla a ser una escuela de cuadros y acarreos del PRI, con la retribución que implicó meter mano a los dineros de esa antigua casa de estudios con la total impunidad.
El actual rector y guerrillero de banqueta es el resumen del perfil auténtico de la descripción que refiero: diputado local, líder del PRI −del cual era ideólogo y mentor−, funcionario del gobierno estatal y matemático, pero electoral.
La impunidad es el símbolo de las últimas tres administraciones estatales, salvo si caes del ánimo del exdictador, entonces pisas bote y pasas al grupo de sus enemigos. Lo de hoy con el gerente de negocios sigue la tónica, entre tanto la Universidad se ve sumida en el desprestigio. Lástima.
SEGUNDA LANCETA. De risa lo sucedido el Día del Abogado. Por una parte, en una acartonada ceremonia de un acartonado sistema judicial de una acartonada administración, los abogados fueron festejados y reconocidos en su desempeño a través de la entrega de preseas para algunos litigantes e incluyendo a funcionarios judiciales.
Los discursos de siempre por parte del presidente de la judicatura local, en donde las loas no fueron hacia la justicia, sino a la persona del gerente de negocios y su “bondadosa” acción de dotar de nuevos edificios a la sede de los magistrados.
Otra cosa hubiera sido el aprovechar esta ceremonia para comprometerse en serio a presentar un programa a fin de resolver los grandes temas que tiene el sistema judicial coahuilense y sus pendientes: remuneración justa para los jueces y personal de juzgados, establecer un método de trabajo a fin de dar solución a juicios rezagados, un proceso a fin de agilizar los trámites y acuerdos de los mismos de manera administrativa, en fin, un replanteamiento que lleve a una justicia pronta y expedita.
Por la otra parte, aterrizó Mejía Berdeja y festejó con otro grupo de abogados laguneros en su día, en una acción de provocación y susto para las antenitas de vinil del equipo de la M doble (Manolo/Moreira, que hasta símbolo de la Mejora inventaron).
Los abogados litigantes se notan agraviados al ver que la influencia del gobierno trata de controlar no sólo de manera política al Poder Judicial, sino a los mismos presidentes de sus colegios y estos caprichos cuestan caro al momento de las definiciones electorales.
Vivimos un régimen totalitario que lo mismo se ha apoderado de alcaldías que de sociedades de alumnos en las escuelas, asociaciones civiles −como la de los ganaderos− y quieren seguir con los
“clubes de jardinería y tru tru”. Pero en su salud lo hallarán, diría mi abuela.
TERCERA LANCETA. De gustos caros resultaron por Palacio Rosa; primero los relojes suizos, luego viajes vacacionales a resorts exclusivos, entre otros más, así como el gusto por las carreras de UTV o ATV y, pues claro, la Secretaría de Turismo organizó una carrera.
Anunciada para el fin de semana del 4 al 7 de agosto, la Carrera Coahuila 1000 tendrá lugar en esta tierra en sus diversas modalidades.
En la última edición del 2021, el gasto del patrimonio de los coahuilenses ascendió a los 1.2 millones de pesos distribuidos entre la compra de vehículos, equipo y gastos de hospedaje, incluyendo guaruras y “cuidadores” de funcionarios estatales y alcaldes. ¡Válgame!