Las geometrías perniciosas
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VICIOS CIRCULARES
Un vicio puede ser estático o puede tomar un dinamismo giratorio y repetitivo que lo enjaula. Puede ser la culebra que devora su propia cola.
Se dan los clásicos de: me siento mal por algo −me siento culpable−, me retraigo y no hago nada. Eso me mueve a sentirme mal. O nadie cuenta conmigo. Me encierro y me aíslo −nadie cuenta conmigo−, me siento rechazado... O también: Tengo sobrepeso −siento ansiedad−, como entonces en exceso para relajar mi ansiedad −me siento culpable−. Se requiere romper la secuencia que se ha vuelto habitual.
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Son trampas que parecen no tener salida. Y se pueden dar en el ámbito personal, familiar, laboral, económico, político y militar.
AMORES TRIANGULARES
Hay también amores que se vuelven triangulares. Entonces la pareja se siente dispareja. Surgen el disimulo y la desconfianza, el celo y la violencia. Se pierde autenticidad y cunde la falsificación. Se resiente la exclusividad y se reclaman evasiones. Sólo una reconciliación profunda y sincera puede restablecer la unicidad que reclama siempre totalidad en el afecto.
MENTES CUADRADAS
Y hay mentes que se van cuadriculando. Pierden su flexibilidad para adaptación, comprensión y negociación. Predomina el dogmatismo o el dilema en que ya no existe el gris, sino sólo el negro y el blanco, lo óptimo y lo pésimo. No se entiende que el número que acá se ve como seis, allá enfrente se ve como nueve.
Suelen añadirse a estas geometrías las obsoletas de izquierdas y derechas, de conservación o progresismo, de prepotencia e indigencia, de extranjerismo y nacionalismo.
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Entonces surgen las colecciones de etiquetas. Todo tiene que ser bipolar, antagónico, competitivo y no complementario. Separado, opuesto y agresivo, en lugar de lograr armonía orgánica en que el camino hacia la unidad sea la múltiple diversidad integrada.
En la Creación puede contemplarse ese amor sustancial en que hay tesis, antítesis y síntesis. La madurez política de una comunidad humana consiste en ir logrando, más allá de las diferencias, la coalición de capacidades que se conjugan hacia un objetivo común de constante avance y elevación para todos. Sólo pisando nuestros defectos como peldaños, ascendemos hacia el bien común.
FORMACIÓN CON INFORMACIÓN
La información es oceánica.
Y ya no se trata de atiborrar con datos las memorias. Ahora basta un clic para tener, por línea de archivo o robótica, la información más actualizada.
La formación de la mente raciocinada, de la solidez lógica, de la destreza planificadora. El discernimiento agudizado para saber aceptar lo viable y rechazar lo insuficiente es tarea muy encomiable.
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La formación de la voluntad entrenada para elegir, decidir, concentrarse y perseverar.
La formación del corazón para no abandonar la compasión, la solidaridad, la servicialidad, evitando la violencia impulsiva.
Son tareas insoslayables en la educación contemporánea. Y todo en un ambiente de ocupaciones comunes, con espíritu de equipo, superando cualquier individualismo.
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TRUENOS Y MURMULLOS
La conversación de la pareja es interrumpida por los truenos. Se escuchan cada vez más estruendosos y próximos.
Él aprovecha para acercarse y hablarle a ella al oído.
-No es depresión lo que tiene tu amiga. Es ignorancia y desinformación. Tú puedes recordarle lo que ella olvida y señalarle el panorama de lo que no contempla.
Un nuevo trueno se escucha. Se despiden con un beso rápido. El agua parece caer a jicarazos y va dejando un vientecillo fresco, reconfortante y sabroso...