Lección perdurable
COMPARTIR
A Mario Delgado se le olvidó mencionar que el INE tuvo que ejecutar una tarea de proporciones titánicas con un presupuesto severamente comprometido
Los resultados preliminares publicados por el Instituto Nacional Electoral (INE) respecto a la consulta para la Revocación de Mandato del 10 de Abril confirman lo que se preveía iba a suceder: el declive gradual pero contundente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y su principal dirigente rumbo a los comicios generales del 2024. Dado que el plebiscito contó únicamente con alrededor de 18% de participación del universo electoral –de 40% como mínimo–, no será vinculante de acuerdo a la legislación vigente. Un número sustancial de mexicanos nos abstuvimos de acudir a las urnas conscientes de evitar caer en la trampa del demagogo que aún ocupa la silla Presidencial. Logramos un gran acometido pero aún hay un arduo trabajo que realizar para salvaguardar a las instituciones democráticas del país.
TE PUEDE INTERESAR: A favor de AMLO, primeros resultados de revocación de mandato, asegura Delgado
La primer reacción que tendrá el partido gobernante será la crítica directa e incesante en contra de los principales jerarcas del INE, particularmente Lorenzo Córdova y Ciro Murayama. Intentarán por todos los medios removerlos del puesto, y sustituirlos por personas afines a Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Desde antes de dar a conocer los resultados de la jornada electoral ya habían sido señalados por el líder de la bancada de Morena en el Congreso y el presidente de ese partido político de no promover lo suficiente el ejercicio ciudadano, lo que podría significar una baja participación electoral, que en efecto se observó pero por razones muy distintas. A ese último personaje –Mario Delgado– se le olvidó mencionar que el INE tuvo que ejecutar una tarea de proporciones titánicas con un presupuesto severamente comprometido: de casi 4 mil millones de pesos que solicitó, le fueron entregados –por artimaña legislativa con mayoría de Morena– poco menos de mil 700 millones de pesos para llevar a cabo la consulta. Es Delgado quien con todos los recursos de su organización política y el peso del aparato burocrático del Estado mexicano, dio claras muestras de ineptitud para movilizar a las masas. Su ascenso será tan meteórico como su caída.
Va a ser de relevancia mayúscula en los próximos meses que la oposición conformada por los Partidos de la Revolución Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), y de la Revolución Democrática (PRD), denominada “Va Por México,” se mantenga firme en defender al INE de los ataques de AMLO y su séquito de autómatas. Deberán bloquear toda iniciativa de reforma para evitar debilitar o desprestigiar al organismo encargado de los comicios y así garantizar un proceso verdaderamente libre y limpio en las presidenciales a solo dos años de distancia. Esta misma unidad se requiere para detener la aprobación de la contra-reforma energética que lleva largo tiempo fraguándose en Palacio Nacional, y representa una seria amenaza para innumerables intereses nacionales y extranjeros que justamente temen una expropiación de facto de sus empresas y la desarticulación de proyectos millonarios en México en materia de energías renovables. Si se echa abajo el plan de López Obrador con la ley eléctrica, nuestro país evitará vergonzosas demandas en tribunales internacionales a mediano plazo, se inyectará certidumbre al mercado interno, abatirá el pernicioso monopolio estatal y podremos al fin salir de un anémico crecimiento post-pandemia.
TE PUEDE INTERESAR: Invita el INE a consultar resultados de Revocación de Mandato en tiempo real
La coalición PRI-PAN-PRD es la única capaz de frenar las ambiciones del dictador y su bloque de izquierda; también debería ir perfilando desde ahora una candidatura sólida para arrebatarle la Presidencia en 2024. La tarea no es fácil, pues debe ser alguien con enorme capacidad de diálogo para convencer a los correligionarios de esos tres partidos, y conjugar un ambicioso programa de desarrollo cuya plataforma sea muy plural y a la vez centrista –en el espectro ideológico– para garantizar continuidad de lo logrado previo a la disruptiva llegada del tabasqueño al poder, en esencia un retorno al status quo. Por si fuera poco, tal candidato –hombre o mujer– tendrá la espinosa labor de asegurarse la lealtad de los militares en el mejor de los casos, o bien la neutralidad de los mismos en caso de que AMLO no acepte la derrota de su corriente política (o la desmedida pretensión de prolongar el sexenio mediante estafas legalistas). Sin el sector castrense no podrá darse una transición ordenada y pacífica en las siguientes votaciones, y tiene el potencial de atraer la atención innecesaria de capitales extranjeras para corregir el rumbo que México cursó desde el colapso de la dictadura priísta. Por ende, la lección ha sido aprendida: las democracias son endebles, y pueden en cualquier momento fallar. Se requiere de la participación activa en los asuntos públicos para seguir disfrutando del derecho a disentir y elegir (o rechazar) libremente a nuestros gobernantes. Gracias a este plebiscito el actual Presidente y toda la falsedad e incongruencia que viene representando se mira irreparablemente desgastado.