Marina Ramírez Sandoval, una historia de superación y de amor a su pueblo

Opinión
/ 23 agosto 2024

Marina y su hermana Magdalena son las primeras mujeres odontólogas de Viesca, egresaron de la UAdeC. Es la tercera de cuatro hijos: Manuel (estudió Derecho), Magdalena y Marina (Odontología) y Gerardo (Medicina). Nació en Viesca, Coahuila, el día 29 de octubre de 1959. Sus padres Ildefonso Ramírez Gutiérrez y Cándida Sandoval García, impulsaron a sus hijos para que contaran con estudios universitarios. Asistieron a la escuela primaria General Andrés S. Viesca. Se trasladaban en burro al pueblo para poder asistir. El burro lo dejaban con sus abuelos mientras tomaban clases. Su mamá les hacía el lonche temprano y su tía Amalia Gallardo se los calentaba antes del recreo.

Una vez que Manuel terminó la primaria, Magdalena y Marina ya no pudieron ir en burro; entonces sus papás cada lunes las llevaban en una traila desde temprano para que Manuel pudiera tomar el camión de las 6 am y así asistir a la secundaria en Torreón. Marina cuenta que solo aguantó un día, pues sus tías la pusieron a lavar platos y regar plantas, y no le gustó.

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Por cuestiones laborales del papá, vivían en las afueras de Viesca, en “La Cabaña” -un proyecto turístico con edificaciones de adobe y madera (tipo cabañas), con una alberca de agua termal (las ruinas están a pocos kilómetros al oeste del pueblo), en la que también trabajaban otras personas de Viesca, entre ellos Rogelio Mejía y Abel Favela-. Ahí vivió Marina hasta los ocho años. Su papá, fue el administrador de “La Cabaña” que, además de ser un lugar turístico, deshidrataban sal. De hecho, aún existen las piletas donde se llevaba ese proceso. “La Cabaña” cerró sus puertas en 1967 porque se agotaron los manantiales de la laguna de Viesca, pues dejó de llegar agua del río Aguanaval.

Ante esto, se regresaron a vivir a Viesca. Su papá se dedicó a comprar y vender ganado, y puso carnicerías. Marina logró culminar la primaria, luego estuvo un año en una escuela de comercio que funcionaba en Viesca a cargo del contador Salvador de la Fuente. Al siguiente año, en 1972, se abrió la Escuela Secundaria Agropecuaria No. 83 (espacio que ocupa actualmente el CIJE). Fue egresada de la primera generación. Luego estudió en la Preparatoria Venustiano Carranza (PVC) de la UAdeC, en Torreón. Al inicio viajaba a diario a Torreón, pero después prefirió quedarse en la ciudad con familiares. En esos años que viajaba a diario, salía de Viesca a las 6 am y regresaba a las 10 de la noche. Continuó sus estudios en la Facultad de Odontología en 1977. El 13 de diciembre de 1984 presentó su examen profesional, aprobando por unanimidad.

Hizo su servicio social en un centro de salud de Allende. Cuando finalizó esta etapa retornó a Viesca y puso un consultorio en casa de sus papás. Tenía pocos pacientes, pues no estaba desarrollada la cultura del cuidado de los dientes. Continuó estudiando para impartir clases. En 1985 empezó a dar clases de biología, física y química en la preparatoria Eliseo Mendoza Berrueto (EMB, incorporada a la UAdeC), donde fue directora y maestra hasta 1995, año en que cerró, en esa época egresaron nueve generaciones, la escasez de recursos no permitía a los alumnos estar al corriente de sus cuotas. Por fortuna abrió sus puertas un Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario.

De 1991 a 1995, administró el Instituto Comercial Gabriela Mistral, incorporado a la SEP. Egresaron cuatro generaciones de taquígrafo, secretario y contador privado, pero por problemas económicos también cerró.

De 1995 a la fecha Marina da apoyo académico de computación e inglés, y de elaboración de tesis profesionales. De 1996 a 1998, emprendió un nuevo proyecto, un jardín de niños: Instituto Gabriela Mistral. Fue regidora de Viesca de 2000 a 2002, y presidió la Comisión de Educación. También estudió pedagogía en la SEP, computación en el Tecnológico de la Laguna, inglés en Harmon Hall, psicología en la UAdeC y un diplomado en Relaciones Públicas, en la Ibero.

Estudió carpintería con la misión cultural 6/3 de Viesca, con quienes aprendió a hacer desde pequeñas manualidades hasta puertas y sillas de comedor. Ahora apoya a los alumnos que requieren reforzar sus conocimientos. Su orgullo es que han obtenido los primeros lugares. Marina es una mujer estudiosa, echada “pa’ lante” y emprendedora, que inspira como ejemplo a las actuales generaciones de jóvenes viesquenses.

jshv0851@gmail.com

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