- 19 abril 2024
Mujer y política
En este texto sagrado del hinduismo, en el cual se establecen las obligaciones de los ciudadanos, se pone al hombre siempre por encima de la mujer
“Aunque la conducta del esposo sea censurable, aunque éste se dé a otros amores, la mujer virtuosa debe reverenciarlo como a un Dios. La mujer, durante su infancia, depende de sus padres; durante su juventud, del marido. Cuando viuda, de sus hijos; y si no los tiene, de los parientes más próximos del marido, y, si no los tuviera, del soberano, porque la mujer jamás debe gobernarse a su guisa”. Esta frase, aunque parece haber sido pronunciada por un loco o por un talibán, que a fin de cuentas viene siendo lo mismo, es en realidad un artículo de las Leyes de Manu.
En este texto sagrado del hinduismo, en el cual se establecen las obligaciones de los ciudadanos, se pone al hombre siempre por encima de la mujer. Desgraciadamente, este machismo no es exclusivo de leyes que no se aplican ya o de pueblos atrasados. En muchos lugares del mundo, entre ellos México, todavía se respira un ambiente de clara misoginia en el que las mujeres tienen que hacer hasta lo imposible por conseguir nuevas oportunidades de desarrollo.
Es absurdo el trato que han recibido las mujeres a lo largo de la historia, siendo que ellas, por el simple hecho de tener la fuerza y capacidad de llevar a un hijo en sus entrañas, pueden ser determinantes en el campo económico, político y social.
En la actualidad, gracias a la lucha incansable que miles de mujeres han emprendido a lo largo de la historia, nos hemos dado cuenta que uno de los más grandes errores de la humanidad es el de haberlas considerado como seres inferiores.
Cada vez que veo a una mujer desempeñando una ocupación antes exclusiva para los hombres me invade una sensación de alivio, pues me tranquiliza saber que las cosas están cambiando. Hace meses, por ejemplo, mucho gusto me dio cuando descubrí que una mujer conducía por las calles de la ciudad un autobús del transporte urbano. Este mismo sentimiento lo experimenté cuando me enteré que una mujer fue la árbitro central de un juego en el futbol mexicano. Sin embargo, esa complacencia se convirtió en vergüenza cuando hace tiempo supe que Cuauhtémoc Blanco, uno de los futbolistas más admirados y uno de los gobernantes más corruptos de la actualidad, al final del encuentro se acercó a la árbitro Virginia Tovar para gritarle: “¡Ponte a lavar platos, cabr...!”.
Es triste decirlo, pero el machismo es una actitud aún muy arraigada entre los mexicanos. Los puestos de mayor importancia en las empresas suelen ser ocupados por hombres, y lo mismo sucede en el Gobierno.
¿Está México preparado para tener una presidenta? No sólo creo que estamos preparados para ello, sino que además tenemos la necesidad de que una mujer nos gobierne. La mujer cuenta entre sus múltiples cualidades con la honestidad, la tenacidad y fortaleza, características indispensables en todo servidor público. Si les confiamos a ellas la dirección de nuestros hogares, ¿por qué no dejar en sus manos cosas menos importantes como la presidencia de la República?
En las pre pre pre campañas para suceder a AMLO en 2024, han destacado los nombres de Claudia Sheinbaum, el de Claudia Ruiz Massieu y el de Lily Téllez. Entre las tres, quizás me decantaría por la senadora panista.
Además de afirmar que Claudia Sheimbaum sería una títere manejada principalmente por Andrés López, y por los más radicales izquierdistas de México, dudo de la honestidad de la actual jefa de gobierno de la Ciudad de México quien sin reparo anda por todo el país en actos anticipadísimos de campaña. Por otro lado, lo sucedido en la caída de la línea 12 del metro, en donde murieron 26 personas, denotó un acto de corrupción por no dedicar recursos para el mantenimiento de este sistema de transporte, el cual sigue presentando graves daños en estructuras y en las instalaciones eléctricas, de las cuales han señalado como culpable a una señora que tiró accidentalmente las aspas de su lavadora.
Me llama la atención el perfil de Lili Téllez en primer lugar porque renunció a su efímero pasado morenista al ver cómo era gobernado el país. Y no sólo eso, sino que se convirtió, como dicen los españoles, en una mosca cojonera para todo proyecto Obradorista. Alguien que ha tenido el valor de enfrentar al presidente más autoritario de la historia moderna de México merece ser tomada en cuenta entre los candidatos más fuertes de la oposición.
En 2024 yo daría mi voto por una mujer, exceptuando a Claudia Sheinbaum, pues no quiero que siga avanzando con ella un proyecto político que ha causado grave daño a México y a los mexicanos.
aquientrenosvanguardia@gmail.com
Encuesta Vanguardia
https://vanguardia.com.mx/binrepository/1152x768/0c60/1152d648/down-right/11604/FNSA/javier-fuentes-de-la-pena_1-100573_20220423142939.png