Mujeres y libertad de prensa: un techo que parece infranqueable

El pasado 3 de mayo se conmemoró el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Esta es una fecha en la que se celebra el derecho a la libertad de expresión y a la información, pilares fundamentales de cualquier sociedad democrática. No obstante, también es una oportunidad para reflexionar sobre los techos que las mujeres periodistas deben superar, así como el papel que desempeñan en su labor.

No se puede negar que el periodismo es una profesión que se ha desarrollado históricamente bajo la mirada de los hombres. Sin embargo, en la actualidad, la presencia de mujeres en los medios de comunicación es cada vez más significativa y relevante.

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La inclusión de la perspectiva femenina en el periodismo no sólo supone un progreso en cuanto a igualdad de género, sino que también es esencial para la calidad de la información que se ofrece.

Al igual que en el ámbito político, es importante vernos y escucharnos a nosotras mismas, crear nuestra propia voz y visualizar nuestros problemas. Se requiere esta voz femenina debido a que permite compartir historias y experiencias, expresar opiniones y perspectivas sobre una gran variedad de temas, especialmente aquellos que compartimos de manera colectiva.

En particular, es fundamental la presencia de las mujeres en el periodismo para denunciar y visibilizar problemáticas específicas que nos afectan, como la desigualdad, violencia de género, discriminación, acoso y falta de acceso a puestos de liderazgo y toma de decisiones.

La voz de las mujeres fomenta la conciencia de la importancia de la igualdad de género y la promoción de la inclusión y la diversidad en la industria periodística. Enfoque que contribuye a su vez a fomentar una sociedad más justa e igualitaria.

Especialmente, las mujeres periodistas ofrecen una perspectiva única y enriquecedora sobre temas subestimados en las noticias. Además, pueden ayudar a superar y romper estereotipos y prejuicios, reforzando una cobertura informativa justa y equitativa.

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Dicho de otra manera, la mayoría de las mujeres periodistas aseguran que se incluyan nuestras perspectivas y voces en las noticias. Esta visión diferente y diversa, al momento de abordar la información, enriquece el contenido y mejora la objetividad en la cobertura de los temas.

Desafortunadamente, a pesar de los avances en materia de igualdad de género y de la importancia de las mujeres en los medios de comunicación, aún existen techos, barreras –legales, estructurales y culturales–, estereotipos y prácticas discriminatorias que limitan el acceso y desarrollo de las mujeres en el periodismo.

A menudo, las mujeres, además de tener que desafiar estereotipos machistas, se enfrentan a retos y amenazas específicas que restringen su labor, como la violencia, comentarios sexistas y misóginos, la discriminación basada en el género y la exclusión de las esferas de poder y del debate público.

Muchos de los techos a los que se enfrentan son manifestaciones de la discriminación que se basan en el género. Es decir, se enfrentan a retos específicos por el hecho de ser mujer y tienen como objetivo reafirmar que no pertenecen al ámbito público, que no pueden ni deben expresar públicamente sus ideas y opiniones. Obstáculos que son consecuencia de la desigualdad de género.

Ante ello, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, en el Informe “Mujeres Periodistas y Libertad de Expresión” (2018) ha expresado la importancia de garantizar la libertad de expresión de las mujeres periodistas y su derecho a investigar, publicar y difundir información de interés público sin temor a represalias.

En el Informe se destaca la necesidad de establecer medidas concretas para promover la igualdad de género en el periodismo, incluyendo el fortalecimiento de políticas y mecanismos de protección para las mujeres periodistas, la promoción de la diversidad y la inclusión en los medios de comunicación y la eliminación de estereotipos y prejuicios de género en la cobertura periodística.

Además, se enfatiza en la importancia de garantizar los derechos y la seguridad de las mujeres periodistas en la región, y de promover la igualdad de género para lograr una sociedad más informada, crítica y democrática.

En suma, es crucial que, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, reafirmemos nuestra obligación de proteger la libertad de expresión y el derecho a la información. Hay que romper los techos y obstáculos adicionales a los que se enfrenta las mujeres periodistas en el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión y fomentar una cultura laboral más inclusiva y equitativa.

La autora es investigadora del Centro de Derechos Civiles y Políticos de la Academia Interamericana de Derechos Humanos

Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos de VANGUARDIA y la Academia IDH