Parques inundables: Una alternativa de solución a los riesgos hidrológicos

A consecuencia de las lluvias de la semana pasada, se dejaron sentir nuevamente las afectaciones provocadas por la acumulación de agua en distintas partes de la ciudad, así como su paso en importantes volúmenes por la pendiente que forma la topografía de la mancha urbana.

Vale decir que la cantidad de agua que trajo al valle la tormenta “Alberto” no fue considerable, estimándose alrededor de 80 milímetros; sin embargo, los problemas que se vivieron sí lo fueron en diversos puntos de la ciudad.

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El paso de la tormenta hizo evidentes muchas situaciones, entre ellas que los arroyos se encuentran cada vez más reducidos en su vocación de dren natural por el depósito de escombros y basura, así como por las obstrucciones que sufren con proyectos fuera de norma.

Asimismo, se percibió como insuficiente la infraestructura de drenaje pluvial, lo que no se puede atribuir solamente a la planeación o a la infraestructura en sí, sino a su taponamiento con basura, así como a la creciente impermeabilización que ha sufrido la mancha urbana por un modelo de urbanización inadecuado.

Esto nos debe llevar a considerar soluciones desde una perspectiva integral y sistémica, mismas que funcionen a la par de la infraestructura, tanto natural como artificial, de drenaje pluvial con la que cuenta nuestra zona metropolitana.

Una de estas alternativas −que ha adoptado de manera modesta la ciudad− la constituyen los parques inundables, también conocidos como parques hundidos. Estos parques son espacios urbanos de tamaño variable que cuentan con una depresión pronunciada, misma que se ubica en el lugar por donde pasa el agua de lluvia que escurre por el área urbana.

Si bien están flanqueados por banquetas, estas cuentan con bocas de tormenta que hacen posible el paso del agua al interior, interrumpiendo su recorrido y provocando que se acumule en la cavidad urbana que constituye el espacio que ocupa el parque.

Dado que estos espacios cuentan con un porcentaje preponderante de suelo natural, es decir, sin construcciones ni planchas de concreto, el agua que se va acumulando en ellos tiende a infiltrarse, por lo que este tipo de obras se ubica idealmente en lugares de recarga natural de acuíferos.

Esto reduce, en consecuencia, el volumen de agua que escurre aguas abajo, lo que impacta también en la velocidad de los escurrimientos. Ambas condiciones abonan de manera importante en la mitigación del riesgo al que se encuentran expuestas las áreas habitadas por donde el agua continúa su recorrido.

Pero los beneficios que aportan estos espacios no quedan ahí. Los parques hundidos son una solución de diseño urbano que proporciona beneficios adicionales, que generan importantes activos para el disfrute del entorno urbano.

Por su carácter de parques urbanos, ofrecen áreas verdes recreativas para los habitantes. Dada su configuración, tienden a conservar más eficientemente la humedad fuera de la temporada de lluvias, por lo que reducen la demanda de agua para riego.

Pueden también contar con senderos peatonales, así como pistas para correr o trotar, además de permitir la posibilidad de ciclopistas, lo que diversifica las formas de aprovechamiento del parque, tanto para activación física como para recreación.

Asimismo, al contar con áreas verdes arborizadas, ayudan a mejorar la calidad del aire, no sólo por la captura de carbono, sino también por la retención de partículas suspendidas, además de mantener un microclima agradable al interior del parque.

Adicionalmente, son espacios propicios para albergar diversas especies de flora nativa, lo que favorecerá la atracción de fauna. Este tipo de espacios suelen ser atractivos para aves, tanto propias del lugar como migratorias, además de generar un espacio ideal para la atracción de polinizadores, lo que favorece la biodiversidad urbana.

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Al generar puntos de convivencia urbana destacados, es posible diversificar los atractivos que puede aportar el lugar, por ejemplo, los culturales. Dada su morfología, generan la posibilidad de establecer en ellos auditorios al aire libre, propicios para actividades artísticas, como conciertos y teatro urbano, entre otras expresiones culturales atractivas para la comunidad.

Por todo lo anterior, los parques hundidos son una interesante alternativa de mitigación de los riesgos hidrológicos, que aporta diversos y valiosos activos urbanos, sociales y ambientales. Las soluciones integrales a las problemáticas que enfrentan las ciudades son un activo de enorme valor para un futuro posible.

jruiz@imaginemoscs.org