¿Cómo se determinará el precio de las gasolinas a partir de 2016?
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Era típico de cada inicio de año el preguntarse ¿cuál será el precio de las gasolinas el primer día de cada año?, a partir de próximo primero de enero, empezaremos a dejar atrás esa pregunta dado que transitaremos a un régimen de precios liberalizados como el que se tiene en el resto del mundo para todos los combustibles.
El 2016 y 2017 serán años de transición, en preparación para un entorno de precios libre en gasolinas. El primer paso fue que los precios hasta ahora “oficiales” son precios máximos, es decir se puede ofrecer precios menores y el segundo a partir de enero es que el IEPS pasará de un monto variable a un monto fijo, con el objeto que la recaudación sea constante y que no represente un subsidio al consumo como lo fue en años anteriores cuando el precio internacional de referencia de la gasolina era mayor que el precio doméstico y por tanto el IEPS operaba como un subsidio
Se estableció a para el próximo año que el precio de las gasolinas se puedan mover dentro de una banda cuyo límite superior o precio máximo fuera igual al precio actual en términos reales, es decir que el precio del límite superior no puede subir mas que la inflación que se registre. Dentro de la banda los precios fluctuarán de forma consistente con su referencia internacional. El objeto del límite superior es el evitar movimientos abruptos al alza en los precios de las gasolinas, lo cual dado el actual nivel de precios del petróleo es muy poco probable.
La SHCP fijó el IEPS como monto fijo, (Magna: $4.16/lt y Premium $3.52/lt) y el precio final al consumidor será el que se ajustará con base en los precios internacionales siempre y cuando el precio se ubique dentro de la banda predeterminada. Lo que implica que el consumidores dejaremos de subsidiar las ineficiencias en la distribución y transporte de PEMEX así como el que mantengamos los márgenes uniformes de utilidad a todas las estaciones de servicio como hasta ahora, incluso recibiendo “litros” menores a lo que es un litro. Por ello es necesario que exista la mayor competencia entre gasolineras tal se vean beneficiadas de un mayor volumen de ventas aquellas que sean mas eficientes y que puedan tener margen a la vez que ofrezcan el menor precio de gasolinas al automovilista. Que exista una gasolinera enfrente de otra ahora será lo mejor para el consumidor, y lo cual se amplificará cuando ambas sean de marcas diferentes de gasolina y nos beneficiemos de escoger entre servicios y calidades de estos combustibles.
Sólo durante el periodo de transición se mantendría un componente de ajuste en el impuesto en caso de que el precio de referencia fluctuase de forma tal que el precio supere los niveles mínimos o máximos de la banda. En tales casos el IEPS se ajustaría, con objeto de asegurar que no se observe un precio para los consumidores finales que implique un precio superior al límite superior de banda establecida.
El esquema de cuota fija no implica establecer un nuevo impuesto, sino un mecanismo por el que se regula la recaudación por este concepto con el objeto de tener un nivel constante en la misma. No se propone un incremento respecto a los precios que estamos observando en la actualidad; ni tampoco se está incluyendo un impuesto adicional al que existe actualmente.
Antes sólo se observaba que el precio de la gasolina subía, ahora puede bajar o solo subir conforme lo haga el precio en el mercado de referencia pero nunca por arriba del límite superior que será igual a los precios actuales en términos reales. Los movimientos que puede haber solo será a la baja o al alza considerando la evolución observada de los precios internacionales, su estacionalidad, las diferencias relativas por costos de transporte y las diversas modalidades de distribución y expendio al público, en su caso y el tipo de cambio pero sujeto a que tales movimientos estén por debajo del límite, lo que implica que algunos meses baje y pueda subir.
Existe espacio para que el precio de las gasolinas pueda bajar sin comprometer recaudación por IEPS, el diferencial actual entre EEUU y México es del 25%, por lo que el precio al consumidor tiene un margen para disminuir. La magnitud de la disminución dependerá de las disminuciones en los costos de distribución, las variaciones en el tipo de cambio y de la estacionalidad de los precios de referencia, en el último año por ejemplo, el precio de referencia fue mayor en el verano que en el resto del año.
El mayor precio de referencia observado en el presente año fue a mediados de julio equivalente a 12.10 pesos el litro en tal fecha, el cual fue menor que el precio actual de la gasolina magna de 13.57 pesos el litro, lo cual implicaba una diferencia del 12.15%. Actualmente, el precio de referencia es del equivalente a 10.30 pesos por litro, una diferencia del 32%. Este diferencial ha obedecido principalmente a los movimientos cíclicos de el precio de la gasolina en los Estados Unidos y a la volatilidad actual en el tipo de cambio.
Ante la tendencia de los precios internacionales de petróleo y su consecuencia en los precios de la gasolina, la liberación de los precios de la gasolina, en conjunto con un IEPS fijo, tendrá como consecuencia que los consumidores se beneficiaran de los bajos precios de las gasolinas que se observarán en el mercado internacional en los años por venir.