A Guadiana, Cofiño y Samuel
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Jorge Emilio González Martínez, el “Niño verde”, le ha dado una patada en el trasero a un PRI que vive el peor momento de su historia y, como dueño del PVEM, ha declarado que ya no tiene la necesidad de aliarse al tricolor y que colaborará con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Los lobos ecologistas Escobar, Velasco, Escudero (yerno de Beltrones) y el feroz “Niño Verde” arropándose en AMLO, al cual no queremos ver como a un san Francisco de Asís candoroso, porque a los lobos hay que cazarlos sin piedad, más cuando se disfrazan de ovejas. Ahí tiene usted a Manuel Velasco modificando la Constitución de Chiapas para ser gobernador y senador a la vez, una pésima señal.
Ahora, tal vez Morena necesite de la bancada del Verde en el Congreso para alcanzar la mayoría calificada, lo cual puede repetir el fenómeno que se dio con el Pacto por México. proteger a los corruptos para poder cambiar la Constitución.
Y Morena corre el riesgo de perder credibilidad si se ayunta con el Verde, justo la gran factura que está pagando el PRI por ese hecho y muy similar al costo que está pagando el PAN por aliarse con el PRD de los Chuchos.
Con respecto a los Chuchos hay que decir que en su momento explotaron hasta la saciedad eso de la transición española y lo del Pacto de la Moncloa, algo que aquí no será posible porque no procedemos del fascismo, sino de la corrupción. El franquista Manuel Fraga Iribarne decía que sólo puede darse una transición pacífica cuando no existe el temor de que las vidas y las haciendas de los que no llegaron al poder estén en peligro inminente de los nuevos gobernantes. Pero aquí no venimos de una dictadura militar y cierto es que los mexicanos no pensamos como Fraga. Aquí exigimos que los corruptos paguen por sus delitos y que se incauten sus ilícitas fortunas.
Andrés Manuel ha prometido cero impunidad, un asunto que aquí en Coahuila vemos difícil con un sistema anticorrupción diseñado para proteger a los corruptos. A nivel municipal nos toca a los ciudadanos luchar porque los latrocinios de los alcaldes no queden en el olvido. Todos sabemos que en Parras aún gobierna un cacique del PVEM impuesto por los Moreira, catalogado como el alcalde más corrupto en la historia municipal.
¿Quiénes pueden ayudar a los parrenses a terminar con la impunidad del PVEM? Los primeros obligados a apoyar al Gobierno entrante de Morena en Parras son el senador Armando Guadiana y demás legisladores federales de ese partido. Si son congruentes, deberán gestionar auditorias de los recursos federales desviados por Evaristo Madero Marcos.
Otra instancia es el actual presidente nacional del PAN, Marcelo Torres Cofiño, diputado local que debe estar enterado de los abusos del cacique y que ahora tiene un inmenso poder de gestión para procurar justicia. Que no se olviden que Evaristo fue alcalde panista y que los traicionó para destapar a Humberto Moreira.
Asimismo, aquí en el Congreso local, Samuel Rodríguez ya no tiene por qué seguir protegiendo a Evaristo y al PVEM. A menos que Moreira le esté ordenando lo contrario. Hagan comparecer a Evaristo Madero.
Aquí no queremos pacto de la Moncloa ni transición de terciopelo. Aquí exigimos que los corruptos paguen.