Locura en los mercados y en la economía

Politicón
/ 25 junio 2021

Los mercados financieros y la economía han entrado en un sube y baja tan pronunciado que lo único que puede analizarse es la duda. En efecto, cuando se esperaba que la tasa de interés del Banco de México se mantuviera, las presiones inflacionarias la hicieron subir 25 puntos base. Ahora la tasa de referencia es de 4.25%, pero preocupa que inflación reportada el día de ayer ya llegó nuevamente a un 6.02%, muy por arriba del objetivo, mostrando que algo no está bien.

Además, los mercados financieros han empezado a reaccionar ante los cambios en los indicadores económicos. Por ejemplo, en la bolsa mexicana de valores, el Índice de Precios y Cotizaciones se ha mantenido por arriba de los 50 mil puntos, algo bueno para los inversionistas, pero tampoco se ha generado el incremento sostenido de largo plazo que se espera para llegar a más de 60 mil puntos. Si bien las expectativas seguirán siendo de crecimiento, no se descartan bajas del indicador que pueden dejar sin aliento al inversionista novato.

Ahora que ya no está Arturo Herrera en la cartera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la actividad fiscal ha bajado y las intenciones de una reforma fiscal parecen haber desaparecido por el momento. Los rumores que circularon en febrero y marzo sobre un incremento al impuesto al valor agregado y al impuesto sobre la renta, ya se desvanecieron. Sin embargo, se calcula que ante el gasto ejercido en los primeros 3 meses del año, harán falta un 9% de los recursos actuales para terminar el 2021, y para el 2022 el déficit será cuando menos del 12%. Además, las finanzas públicas están teniendo presión por el aumento de las pensiones otorgadas vía apoyos sociales, que en julio aumentarán 400 pesos.

Si bien la inflación se está convirtiendo en un problema financiero importante, todavía no es grave. Se requiere un análisis para ver por dónde se está filtrando al sistema financiero. Si es por la vía de los mercados internacionales, se tendrá que analizar cómo crear mecanismos para que ese dinero sea invertido rápidamente y genere empleo, que no se quede en el gasto familiar directamente para evitar efectos inflacionarios. La tendencia de la inflación de largo plazo sigue siendo al alza, y este detalle pone nerviosos a los inversionistas, que están optando por poner su dinero en instrumentos de inversión líquidos como bonos, acciones y dólares, por mencionar algunos ejemplos. La Bolsa Mexicana de Valores ha mantenido una tendencia creciente, pero tampoco ha roto records como si ha sucedido en Estados Unidos donde los índices Dow Jones y el Nasdaq han llegado a máximos, todo porque los últimos datos económicos apuntan a una recuperación mayor a la esperada. Esto impacta a México, vía las remesas internacionales enviadas por los paisanos, porque de acuerdo al Banco de México, el 7% de las familias más pobres tienen este ingreso. Las remesas en la época de la pandemia aumentaron más de 18%, y este dinero es parcialmente responsable de la inflación actual.

Si bien los créditos bancarios no han aumentado como se esperaba, ya que hay mucha cautela en el mercado, las inversiones para reabrir negocios ahora que se está saliendo de la contingencia sanitaria están creando también un exceso de efectivo que ha acelerado su circulación dentro del sistema financiero y desde luego, económico. Aunque la masa monetaria creció más del 10% en los últimos 5 años y dada las condiciones prevalecientes, pudiera parecer muy poco, esto también es un factor para incrementar la inflación.

Los mercados financieros y la economía nacional seguirán en altibajos pronunciados por dos razones fundamentales. La primera es que en México no se acaban de definir las estrategias para una economía post pandemia, pues el ritmo de vacunación se redujo más del 50% después de las elecciones del pasado 6 de julio. En segundo lugar, el sector productivo se encuentra en un proceso de acelere-freno con respecto a los procesos productivos. Por ejemplo, se da el anuncio la semana pasada de que la pandemia está en su punto más bajo desde que inició, y se llega a decir que “ya se terminó el problema”. Una semana después se habla de un repunte en contagios del 9% que puede llegar a 18% en menos de 10 días, lo anterior dicho por el sub-secretario de salud López-Gatell. Entonces ¿se está mejorando o se está empeorando? no hay señales claras para poder “acelerar” a fondo y crear una economía perfectamente orientada a la recuperación como en Estados Unidos.

Tampoco el gobierno federal ha creado las condiciones necesarias de certidumbre para realizar inversiones fuertes como las que se necesitan para recuperar el empleo. Mientras estuvo sobre la mesa la posibilidad de una reforma fiscal, las grandes inversiones se detuvieron, pero ahora la lucha política en el congreso toma la mayor importancia para quienes tienen el dinero ¿generará riesgo el enfrentamiento entre el presidente y los legisladores del bloque de los partidos PRI-PAN-PRD? Las tres propuestas de reforma constitucional lanzadas por el presidente pondrán a prueba la confianza de los inversionistas en México y su democracia.

La inestabilidad económica y financiera se genera por los cambios recurrentes, tanto en lo económico como en otras áreas afines como la política y hasta la seguridad pública. La cuarta transformación ha generado muchos cambios en poco tiempo que, por desgracia, no han podido definir un rumbo económico para atraer inversión. Los siguientes meses seguirán siendo de crecimiento lento y altibajos, de acuerdo a los datos.

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