No logro el equilibrio entre ser mamá y mujer trabajadora

Politicón
/ 14 enero 2016

ESTIMADA ANA: 
Tengo 5 años de casada y nuestro bebé nació hace 18 meses. Siempre había trabajado pero ahora que nació mi hijo, mi esposo y yo decidimos que no regresara a trabajar para quedarme a su cuidado.

 Y es algo que siempre había deseado. Pensaba que mejor oportunidad no habría para una mujer que poder estar en casa al cuidado de los hijos. Dejé el trabajo que tuve por años porque me cambiaron de puesto y no lo acepté, pues implicaba otros horarios, salir más tarde y sería complicado con el bebé, pues prácticamente lo vería muy pocas horas al día.

 Dentro de poco tendré que buscar empleo nuevamente pero ahora me siento un poco torpe, han sido muchos meses en los que solo me he dedicado a él y me he descuidado yo.

 Por más que trato de animarme no puedo. Trato de imaginar de nuevo cómo era yo en mi vida laboral, dentro de una oficina, conviviendo con más personas pero no lo logro, me desanimo y prefiero seguir con mi ritmo de vida de madre hogareña, dedicada a mi hijo y a mi esposo aunque en el fondo esté desesperada.

 Sé que ya no soy la de antes, pero tampoco estoy al cien por ciento segura de quien soy ahora y no sé cómo reconstruirme de nuevo. Espero que me haya entendido, gracias por su ayuda. 
Beatriz
 
ESTIMADA BEATRIZ:
Siempre, el nacimiento de un hijo y sobre todo si es el primero, llega con un tremendo cambio en el estilo de vida de la familia y sobre todo en el papel que juega cada miembro dentro del núcleo familiar.

 Es, sobre todo para la mamá, un momento de cambio, de transición, pues todo lo que está viviendo, los cambios físicos, en su cuerpo,  llega acompañado de cambios hormonales.

 El papel de la madre, es, por naturaleza, el principal pues es quien dedica más horas a la crianza del recién nacido, la dependencia del bebé respecto a los padres es total, de 24 horas y por lo mismo, es natural que toda nuestra atención la tenga el bebé y que en cierto momento esto pueda provocar ansiedad o algún tipo de depresión o estrés.

 Todos los seres humanos nos realizamos en distintos roles y en el caso de las mujeres, además añadimos el de ser madres, por lo que debes aprender poco a poco a equilibrar tus horas entre el bebé, tus esposo, tu trabajo y tu misma. 

Y es normal que sientas todas esas emociones contradictorias, que quieres estar siempre con tu hijo pero también quieres desempeñarte profesionalmente, pero la manera en la que quieras vivir estos cambios dependen solamente de ti. 

Ese equilibro del que te hablo concentra en mantener las debidas proporciones en estar y disfrutar cada uno de tus roles, sin descuidarte a ti misma. Hay casos en los que muchas madres de familia viven para los demás, olvidando que ella es un ser humano que requiere descanso y desarrollo personas, lograr metas y propósitos personales.

 Cuando existe este equilibrio, los roles van a moverse en armonía, de tal manera que te sentirás satisfecha con cada uno de ellos, podrás disfrutar en cada faceta y desempeñarla sin dificultades. 

La maternidad aporta a la mujer valores que fortalecen su autoestima, pero es importante que si por el momento solo te dedicas a tu hogar, a tu hijo, a tu esposo, a tu casa, tengas la suficiente fuerza para no perder tu identidad. Y aunque se dice que l trabajo es un factor importante en la vida de las mujeres, no supera el grado de satisfacción que producen la familia y los hijos. 

Solamente tu serás capaz de decidir cuál será el momento idóneo para despeñarte profesionalmente y de esta manera equilibrar tus roles. Ánimo.
 
ANA

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