POLITICÓN: ¿Persisten anomalías financieras en la UAdeC?
I. SE AGOTÓ EL TIEMPO
Por ganas no ha quedado, nos dicen, pero simplemente no han logrado convencer a los encargados de auditar las cuentas públicas de la Casa de los Lobos y por ello es cuestión de días para que las observaciones al gasto universitario se conviertan en procedimientos de responsabilidad e incluso en denuncias penales. En otras palabras, Francisco Osorio, Jorge Alanís y Salvador Hernández Vélez -tesoreros de la UAdeC los dos primeros y rector el último- están cerca de ser sentados en el banquillo de los acusados para que respondan por los multimillonarios desvíos que, según la Auditoría Superior de la Federación, se han cometido.
II. O NO...
También debe decirse, por supuesto, que no es la primera ocasión en la cual se asegura -y hasta se apuesta- a que “ya le está llegando el agua a los aparejos” a tal o cual funcionario o exfuncionario de la máxima casa de estudios y, al final, no pasa absolutamente nada. De hecho, ¿puede usted recordar quién fue la última persona a quien se obligó a devolver dinero o se le inhabilitó por un señalamiento de este tipo? Nosotros tampoco... pero siempre habrá una primera vez. ¿Será esta?
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III. FRAUDE GENERALIZADO I
Hace unos días publicamos en VANGUARDIA un curioso caso de “fraude académico” registrado en Acuña. Y es curioso porque, contrario a lo que se podría esperar, no fue una “escuela patito” la denunciada, sino el CBTis número 54, una institución de gran prestigio en aquella frontera, integrante del sistema que dirige Rolando de Jesús López Saldaña. El caso es que un grupo de familias alista una demanda por daño patrimonial porque les prometieron a sus hijos que contarían con un título de técnico en enfermería y al final resultó que no era cierto. Lo peor del asunto es que, según parece, no es el único caso de este tipo en la entidad.
IV. FRAUDE GENERALIZADO II
La misma situación, nos informan, se registra en el CBTis 196 de Matamoros, exactamente con la misma carrera técnica. Ya hay varios casos en los cuales los egresados intentan obtener un empleo amparados en los estudios que cursaron, pero las instituciones de salud a donde acuden no les contratan porque no cuentan con el título que les acredite como técnicos en enfermería. ¿No habrá por ahí un diputado -o diputada- interesado en ayudarles?
V. LEVANTONES
Y de nuestros representantes -es un decir- hablando, puntillosos observadores nos llaman la atención respeto de un detalle de lo ocurrido en la última sesión del período ordinario de sesiones, el martes pasado: la propuesta de reforma presentada por el morenista Antonio Attolini para crear un tipo penal nuevo: la “desaparición forzada transitoria”. El título no nos dice mucho y hasta podría parecer intrascendente. Por eso conviene la traducción: se trata de contar con una figura legal que permita castigar los “levantones” perpetrados por elementos de los cuerpos policiales.
VI. MALOS ELEMENTOS
La iniciativa es relevante porque se trata, nos aseguran, de un problema mucho más amplio de lo que se piensa. Y no estamos hablando solamente de lo que ocurre en Guerrero, Michoacán, Tamaulipas o Zacatecas, sino de cosas que pasan en Coahuila. Porque aquí también, aunque las estadísticas de inseguridad no se parezcan a lo que ocurre en las entidades señaladas, hay malos policías que incurren en excesos, lo cual es necesario reconocer para mejorar.
VII. ‘CIUDADANOS EJEMPLARES’
En redes sociales circula un video donde se observa a un sujeto golpeando a otro en el Club Campestre de Saltillo. Lo que a simple vista parece un pleito entre borrachos, revela algo grave: exceso de alcohol e impunidad. Sí, estos actos son cada vez más frecuentes. En el prestigioso club social, en los últimos meses, se han dado varios casos similares. En teoría, el comportamiento de sus miembros, quienes son figuras influyentes de la ciudad, debería ser ejemplar. Pero no es así. Esto expone una cultura de arrogancia, donde saben que no habrá consecuencias. El presidente del club, José Luis Pérez Arzate, debe tomar cartas en el asunto y aplicar el reglamento.
VIII. BÁSCULA CARGADA
Lo importante aquí no es solo el caso en sí, sino todo lo que lo rodea. En la zona norte, los negocios y el Campestre disfrutan del “privilegio” de que sus clientes saben que no habrá operativos antialcohol al salir. ¿Qué pasaría si en avenidas como Los Valdés o Eulalio Gutiérrez se instalara uno? Pero, ¿quién se atrevería? El Ayuntamiento de Saltillo prefiere no molestar a sus “mejores” ciudadanos en vez de aplicar la ley equitativamente, sin importar clases sociales, todos en la misma báscula.
IX. GENIO Y FIGURA...
Después de cada elección, el trabajo recae sobre los tribunales electorales. Así ha sido la norma en Coahuila durante años. Sin embargo, algo cambió esta vez: solo recibieron 51 impugnaciones, según informó el propio tribunal en sus redes sociales. Esto podría indicar conformidad con los resultados. Quienes siguen de cerca el actuar del tribunal comentan sorprendidos por la escasa cantidad de impugnaciones y la falta de acción al respecto. Parece que la “pachorra jurisdiccional” está de vuelta. Ya no sorprende, es parte del desempeño profesional de quien preside el tribunal, Sergio Díaz Rendón, dicen.