POLITICÓN: Saltillo, rutas troncales gratuitas; el fin del transporte público como negocio

I. SE LLEGÓ LA HORA

Hoy arrancan las dos rutas troncales gratuitas que el gobierno de Javier Díaz anunció en abril, con el respaldo del gobernador Manolo Jiménez. Se trata, a no dudarlo, de la iniciativa más importante que se ha puesto en marcha en la historia de Saltillo para modernizar el servicio de transporte público y ponerlo a la altura de las expectativas de los usuarios. No van a faltar los que apuesten al fracaso del proyecto, y entre ellos estarán, en primerísimo lugar, algunos de los concesionarios que no terminan de entender el fondo del fenómeno en el que se encuentran envueltos: el paradigma del que fueron largamente beneficiarios ya se agotó.

II. NO ES IGUAL

¿Y cuál es éste? El de un servicio concesionado que es concebido como un “negocio” para los particulares que lo prestan. Y aunque el mecanismo que entra hoy en funciones se le parece, existe una diferencia crucial que lo aleja por completo del viejo modelo: las rutas troncales ofrecerán el servicio sin la necesidad de pagar pasaje. Es decir, estamos en el inicio de la transición hacia un modelo auténticamente público, que es la única fórmula factible hacia el futuro.

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III. NO HUBO MENERA...

Al alcalde nigropetense Carlos Jacobo Rodríguez se le hizo bolas el engrudo, oooootra vez: ayer fracasó –al menos por ahora– en su intento de expulsar a su otrora socio, Lorenzo Menera, de la gerencia del Simas de aquel puerto fronterizo. El problema es que había cantado desde el lunes que habría de plantearle al Cabildo la disolución del Consejo Directivo del Simas, a fin de proponer la integración de uno nuevo –afín a él–, cuya primera tarea sería remover del cargo a Menera y nombrar un sustituto, cuya identidad ya se conocía: el acuñense José Luis Salinas, a quien ya hasta habían felicitado sus familiares y amigos.

IV. TROPEZÓ DE NUEVO...

¿Qué le falló al morenista? Lo que le falla siempre, al decir de sus críticos: operar y amarrar los votos para que sus propuestas transiten en el Cabildo, antes de andar alardeando de cosas que no son hechos, sino deseos. Y es que ayer, con un tecnicismo de kínder, la fracción priista le impidió –sin necesidad de votar en contra– designar al nuevo Consejo y, en consecuencia, despedir a Menera, quien sigue despachando en el Simas y presumiendo que tiene más poder que el propio Alcalde.

V. ¿CON QUÉ OBJETO?

A algunos panistas, por lo que se ve, ya se les hizo costumbre eso de intentar “madrugar” a sus adversarios luego de sufrir una derrota en las urnas. Eso justamente andan intentando los grupos derrotados en la primera tanda de elecciones internas para renovar comités municipales y definir la lista de quienes buscarán convertirse en consejeros estatales y nacionales. Como se informó en este espacio, el grupo que encabeza Elisa Maldonado se quedó prácticamente con todas las sillas el domingo anterior, pero los derrotados –sobre todo los del grupo del diputado Guillermo Anaya– andan difundiendo la versión de que fue al revés.

VI. INCOMPRENSIBLE

¿Qué se gana con eso? Es un enigma, pues al final de cuentas los resultados se conocerán y, al menos en teoría, los grupos internos deberían unirse para fortalecer a su partido. Lejos de tal posibilidad, la actitud que han asumido deja claro por qué el albiazul pasó en Coahuila, en apenas un sexenio, de ser el partido que peleaba la alternancia en el Gobierno, a constituir la cuarta fuerza política... incluso por debajo del PT.

VII. BANDERA EXTRAVIADA

En los cafés políticos se habla con desencanto de Antonio Attolini. El diputado morenista busca con urgencia una causa que le sirva de trampolín rumbo al 2026, cuando intentará –se supone– reelegirse. El problema es que en Morena la regla obliga a competir por mayoría: hay que hacer campaña, tocar puertas y ganarle al rival. Durante su gestión, Attolini se dedicó más a pelear con el Ayuntamiento de Torreón que a construir estructura y, cuando el conflicto político en la Laguna terminó, él se quedó sin bandera ni aliados. Hoy, quienes lo alentaban serán los mismos que se encarguen de derrotarlo.

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VIII. ENTRE POLÍTICA Y MEDIOS

Sin bandera política, Attolini apuesta por las redes: primero con “La Trinchera”, ahora con “AttoTV” –como ha llamado a sus cápsulas digitales–. Sus críticos dicen que ahí está su verdadera habilidad: comunicar, opinar, armar debate digital. En contraste, en tierra firme, las cuentas no le salen. El comentario ácido en los cafés es claro: quizá no nació para ser operador político, pero sí para convertirse en conductor. Y es que, al paso que va, su reelección pinta más complicada que una transmisión en vivo.

IX. REFLEJOS ACERTADOS

El caso de Uriel Segura, promotor deportivo señalado por fraudes y adeudos en torno al Vcomplex, amenazaba con afectar a la UAdeC, pero el daño se contuvo. Apenas se conoció la situación, nos cuentan, el rector Octavio Pimentel ordenó su separación del cargo, mostrando buenos reflejos y enviando un mensaje claro: la Universidad no es refugio de quienes actúan con prácticas cuestionables, sino un espacio de formación y ejemplo para la comunidad estudiantil. Ahora se sabe que en Rectoría no había conocimiento de lo ocurrido y, por ello, la reacción fue inmediata y contundente. Bien por las autoridades universitarias.