¿Qué derrotó a Trump? ¿Populismo, salud o votos?

Politicón
/ 16 noviembre 2020

Dato muy interesante es que Trump, obtuvo más votos en este proceso, que en las elecciones de 2016 y sin embargo perdió de una manera clara y contundente. Las predicciones marcaban que sería amplio el margen en favor de Joe Biden, sin embargo, en muchos Estados de la Unión Americana, el presidente Trump logró refrendar el apoyo para su administración, a pesar de los cuestionamientos constantes, sobre todo a su estilo de gobernar.

Este escenario hace más trascendente el esfuerzo de los demócratas, para lograr el triunfo.

¿Qué es lo que pudo haber sucedido, para que, no obstante obtener más de cinco millones de votos adicionales, Trump perdiera la elección? Sin duda lo que para unos puede ser su gran cualidad, para otros, fue su talón de Aquiles y me refiero a su sello populista de tomar acciones y decisiones.

De acuerdo con Jan-Werner Müller, en ¿Qué es el Populismo? (editorial Grano de Sal, 2017), “en Estados Unidos la palabra populismo, sigue asociada principalmente a la idea de una genuina política igualitaria de izquierda, en potencial conflicto con las posturas de un Partido Demócrata que, a ojos de los críticos populistas, se han tornado demasiado centristas…” “Mi propuesta, dice Jan-Werner, es que el populismo es una peculiar imaginación moralista, de la política, que sitúa a un pueblo, moralmente puro y totalmente unido, pero ficticio, al fin y al cabo…”.

Trump aplica la principal característica del populismo, que reclama para consolidarse la presencia de un líder fuerte que basa su idea en trabajar para “el pueblo”, pero no entendido como la totalidad de la población, sino como la parte explotada por la burguesía y entonces se vuelve la enemiga del líder y de su pueblo. El eslogan: “Hagamos que América vuelva a ser grande”, está basada en una personalidad autoritaria, que no acepta contrapesos.

Esa actitud se vio reflejada por Trump, en la forma de abordar la contingencia sanitaria, al descalificar su gravedad.

Los constantes señalamientos en detrimento de sus adversarios, los “castigos” a las importaciones de países que no compaginan, más el estilo autoritario y ocurrente de expresarse todos los días, sin duda decepcionó a una mayoría creciente. Pero la mayor inconformidad se manifestó por la forma descuidada de enfrentar la pandemia.

La consecuencia se dio en las elecciones. No obstante, el apoyo popular en favor de Trump, el pueblo, o la otra concepción de “pueblo”, decidió enfrentar al populismo con la real interpretación de democracia, salió a las urnas y decidió votar por un país más unido, por una propuesta que ofrece equilibrios y total inclusión. Para ejemplo de la claridad de Biden, es la incorporación de la senadora Kamala Harris, como vicepresidenta, destacando su origen étnico y su calidad de hija de migrantes.

De manera inteligente y prudente, el electorado votó. Han sido las elecciones con mayor número de votantes. Lo mismo pasó a Biden, al obtener un número nunca logrado, de votos en su favor. La sociedad estadounidense le da una lección al mundo, la democracia sí puede vencer al populismo y la fórmula es simple: votar con plena libertad y en total conciencia.

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