Venezuela, ¿déjà vu de la ‘guerra fría’?

Politicón
/ 27 enero 2019

Tenía que ser. Estalló la crisis de gobernabilidad en Venezuela y llegó la hora de que, como el resto de la comunidad internacional, México definiera su postura sobre el caso y no hiciera como que la Virgen le habla.

Era una decisión cantada, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no condenó, como la aplastante mayoría del concierto de las naciones, al dictador Nicolás Maduro, elegido en unos comicios cuya validez muy pocos suscribirían.

Los problemas de Venezuela son descomunales. El cáncer que carcome a esa nación daña su vida política, la libertad de expresión, los derechos humanos, las finanzas públicas, su actividad económica, el acceso a servicios de salud, el desempleo galopante y hasta la falta de alimentos.

Alrededor de tres millones de venezolanos han abandonado su país en una diáspora que inició desde que Hugo Chávez asumió la Presidencia y que se agudizó con Maduro despachando en el Palacio de Miraflores.

Los gobiernos de América; con las notables excepciones de México y Uruguay, además de Cuba y Nicaragua, aliados tradicionales de la patria de Bolívar; acordaron no reconocer el nuevo mandato del régimen venezolano porque la elección del 20 de mayo del año pasado fue “ilegítima”.

Hasta la neutral Unión Europea coincide en que Nicolás Maduro debe dejar el Gobierno, respetar las atribuciones de la Asamblea General y transferir el Poder Ejecutivo para organizar nuevas elecciones presidenciales democráticas.

Cientos de miles de venezolanos salieron a las calles en todo el País para exigir la salida de Maduro, pero las protestas ya costaron la vida de una veintena de manifestantes que se enfrentaron a la Policía y el Ejército.

Un elemento inesperado agravó la crisis en Venezuela, el dirigente de la oposición desde la Asamblea –desconocida por el líder del chavismo– Juan Guaidó se autoproclamó Presidente interino de Venezuela y como tal fue reconocido por los gobiernos del continente, empezando por Estados Unidos.

Ahora Guaidó, de 35 años, llama a sus compatriotas a una movilización permanente, al tiempo que busca el apoyo militar. Nuevos actores completan la ecuación en la Arauca vibrador: Turquía, Rusia y China reconocen a Maduro como el legítimo jefe del Poder Ejecutivo y no a Guaidó.

Ojalá que el déjà vu que genera la actual situación en Venezuela, no sea una nueva versión de la guerra fría que ya padeció el mundo el siglo pasado, y que México se coloque del lado correcto de la historia.

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