Y de ‘Navidad’, ¡tenencia eliminada!
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Al aprobar el paquete fiscal para 2017, el Congreso del Estado autorizó también la desaparición del impuesto de tenencia vehicular, por lo que dicho gravamen no existirá más a partir del próximo año, si bien los propietarios de automóviles seguirán pagando los denominados “derechos de control vehicular”.
El coordinador de la Comisión de Hacienda en el Poder Legislativo, Luis Gurza Jaidar, explicó que la eliminación definitiva de este impuesto –que había venido registrando disminuciones anuales– implicará que a las arcas estatales dejen de ingresar unos 400 millones de pesos el próximo año.
Dijo, sin embargo, que dicha disminución en la recaudación calculada será “compensada” con la implementación de un programa denominado “regreso a casa”, mediante el cual se alentará a los coahuilenses que tienen sus vehículos registrados en otras entidades a que los “devuelvan” a Coahuila.
Es de esperarse, por supuesto, que el Poder Legislativo –o la Secretaría de Finanzas– cuente con un estudio que demuestre la existencia de un número suficiente de residentes coahuilenses, que han registrados sus automóviles en otras entidades del País, como para compensar la merma calculada de la recaudación estatal.
Es sabido que, sobre todo en la Región Laguna, miles de automovilistas han tramitado en los últimos años las placas de sus autos en el Estado de Durango, debido a que en dicha entidad la tenencia fue eliminada desde hace varios años, aunque el mismo fenómeno habría ocurrido en el caso de otras entidades –como el Distrito Federal– respecto de las cuales incluso surgieron “gestores” para realizar el trámite.
Parece difícil, sin embargo, que la “repatriación” de vehículos plaqueados en otras entidades pueda compensar la disminución en los ingresos e, incluso si así fuera, se trataría de un ingreso que se registraría una sola vez, pues en cuanto sean “recuperados” todos los vehículos “fugados”, dicha fuente de recursos simplemente desaparecerá.
Resulta de suma importancia tener en cuenta este dato, porque si la medida ha sido tomada pensando en la posibilidad de que el Estado pueda “compensar” la pérdida en la recaudación por otras vías, corremos el riesgo de que, a la vuelta de un año, se nos diga que necesitamos “sacrificarnos” otra vez porque no se puede prescindir de dicho ingreso.
Por ello, valdrá la pena que, tanto los legisladores como el Secretario de Finanzas, que hoy anuncian con bombo y platillo la eliminación definitiva de la tenencia, nos digan cómo le harán para garantizar que la buena noticia no será una de carácter efímero.
En otras palabras, deberán explicarnos qué piensan hacer, qué estrategias pretenden poner en práctica a partir de 2018, cuando el programa “regreso a casa” haya agotado sus posibilidades y sigan haciendo falta en las arcas estatales los 400 millones de pesos, que hoy se ha decidido no ingresar en 2017 por la vía del pago de la tenencia vehicular.