Propuestas de seguridad, del dicho al hecho de un tema que duele
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Este domingo es el tercer y último debate entre las candidatas y el candidato presidencial. Y es, quizá, el debate más esperado en cuanto a la temática: la seguridad.
En un país que se ha convertido en una carnicería de todos los días, donde los grupos criminales dominan varios territorios, donde el estado de derecho está ausente en decenas de rincones del país, el tema de seguridad genera expectativas.
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¿Qué podrán decir las candidatas y el candidato? De entrada, se lanzarán acusaciones de cuándo y con quién ha sido más violento este país, como si se tratara de una carrera por ver quién ha derramado más sangre.
Que si Calderón, que si Peña, que si López Obrador. Que el sexenio de Calderón inició la guerra, que el sexenio de Peña arrastra Ayotzinapa, que el sexenio de López Obrador es el más violento en la historia.
No nos equivoquemos. La violencia imperante de este país ha crecido bajo el cobijo y complicidad de los gobiernos: federales, estatales y municipales. De todos los colores.
¿Qué podemos esperar de propuestas?
El presidente López Obrador prometió regresar al Ejército a los cuarteles y no lo cumplió. El presidente López Obrador prometió un trato distinto a las víctimas, y ha terminado por desdeñarlas, por revictimizarlas, por atacarlas y hacerlas menos, porque en su cabeza quien no le aplaude, está contra él.
Más policías, más fuerza, enterrar los abrazos. Las propuestas de seguridad han sido huecas.
Xóchitl Gálvez ha propuesto un “México sin miedo” a partir de la construcción de una cárcel de máxima seguridad o convertir la Guardia Nacional en una corporación civil.
Claudia Sheinbaum ha propuesto más labores de seguridad y de inteligencia, la consolidación de la Guardia Nacional o la colaboración de policías-fiscalías. Todo como base los programas sociales.
Jorge Álvarez Máynez ha propuesto detener la militarización o regular el consumo de mariguana.
Los discursos en temas de seguridad se quedan cortos frente a la magnitud de la tragedia. Hablar de una propuesta o una estrategia para disminuir el azote de la violencia parece lejano frente al monstruo que está en frente.
AL TIRO
La seguridad es el tema que quizá más duele al país entero. Implica muchos fenómenos y problemas como la drogadicción, las desapariciones, la comercialización de drogas ilegales, el aparato de justicia, las enclenques corporaciones policiacas.
Y además de todo esto, siempre estará el tema político, los intereses políticos que casi siempre se anteponen a los intereses de la población.
Partir de una estrategia y propuesta en materia de seguridad para este domingo, tendría que iniciar por reconocer que la estrategia de los últimos casi 20 años ha sido un fracaso: tenemos más homicidios, más desapariciones, más territorios dominados por el narco, más instituciones débiles y propensas a caer en las garras de la criminalidad, más pueblos y comunidades desplazadas, un problema de consumo de cristal que sigue aumentando.
Lo que se escuche la noche de hoy en tema de seguridad, tendrá que ser analizado desde la realidad. ¿Es posible?, ¿cómo realizarlo?, ¿cómo llevarlo a cabo?, ¿hay dinero?