Prostitución y asesinatos
COMPARTIR
No hay cifras que alcancen para describir el escenario macabro en el que se encuentran las mujeres: es hora de dejar de romantizar y poetizar a las mujeres que se dedican a la prostitución, pues en el regenteo y tasación de este oficio, se encuentra la mirada ambivalente de hombres que las cosifican, violan y asesinan.
Se dice chapuceramente que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo, [algo que desestimaría, pues el oficio más antiguo del mundo es la agricultura], y para ser un oficio real, las mujeres deberían de contar con seguridad social y todos los derechos emanados de un trabajo que les de protección física y emocional. Sin embargo, la mirada falsamente púdica de una sociedad patriarcal, ha permitido el uso de la prostitución para alimentar un imaginario que genera dos tipos de mujeres: las mujeres virtuosas y las mujeres casquivanas. Así, los hombres en su generalidad, andan con el pensamiento escindido, uno que asume que las “putas” merecen la muerte, pues valen solo como mercancía, y algunos otros albergan en su interior, el temor de lo mismo que generan, como dijera Sor Juana Inés de la Cruz, pero más densamente expuesto: que todas las mujeres esconden en potencia a una puta.
Según Corominas, la palabra puta proviene del latín putta, que significa muchacha o chica de la calle. Según Covarrubias, que se deriva de la palabra putida, que significa podrida, pues una mujer así, huele mal.
La defensa de la existencia de la prostitución sin un cambio de mirada, seguirá generando la violencia y muerte contra la mujer. Esto no es algo que deba ser normalizado ni integrado. De acuerdo con el Observatorio de Igualdad y Género de América Latina y el Caribe con sus estudios de 2020, los dos países con feminicidios que sobresalen en sus cifras son Honduras, con 4.7 mujeres asesinadas por cada cien mil mujeres, Trinidad y Tobago con 3.1 mujeres por cada cien mil, República Dominicana con 2.4 mujeres por cada cien mil, El Salvador con 2.1, Bolivia con 2 por cada cien mil, Brasil con 1.6 por cada cien mil mujeres y México con 1.4 mujeres por cada cien mil. Si estas cifras alarmantes son del año 2020, esperemos a conocer lo que depara para este 2022, año en el que los feminicidios en México se han incrementado, ya que en números absolutos pasaron de 949 víctimas reportadas en 2020, a 966 víctimas reportadas en 2021. Y que quede claro que son las cifras reportadas, pues existe también ocultamiento y omisión en estos reportes, ya sea por buscar generar artificialmente un escenario seguro para las mujeres en cada país, o bien, por el miedo imbricado en las familias para denunciar, debido a los procedimientos tortuosos de las instancias que reciben las denuncias.
Es la cosificación de la mujer en la mente masculina patriarcal, la que activa el permiso de vejarla y de privarla de su vida. El tema de la prevalencia de la prostitución en el lamentable estado en el que se encuentra, si bien tiene múltiples aristas, también está aunado a la falta de salud sexual, considerando a la vida sexual como un aspecto fundamental para el desarrollo de una persona. Así, si se carece de una cultura que habilite el diálogo y los acuerdos que podrían expresarse en el ejercicio de la vida sexual, seguiremos teniendo un problema al que se le esconde, a pesar de ser un elefante parado sobre una mesa y no debajo.
La prostitución en México oculta el esclavismo sexual de mujeres, un esclavismo que incluye el secuestro, la tortura como práctica sexual por parte de quienes emplean estos servicios, y por tanto la desaparición de mujeres.
Es más fácil para el Estado de cualquier país, maquillar cifras que entrar de veras en el tema de la salud sexual, ya que incluso en ocasiones se tiene a los mismos agresores o a la mirada cosificadora del lado del poder. Este maquillaje de cifras es más sencillo además, porque existen bloques conservadores que por un mal llamado pudor, prefieren que la vida sexual no sea vista como lo que es: algo natural y hermoso que permite no solo la manifestación de afecto, sino el ejercicio de la creatividad como en otras facetas de la vida de una persona. Sí, este bloque conservador prefiere que sea considerada como algo pecaminoso que no debe abrirse.
Y de tanto no abrirse este necesario tema de salud sexual, de ocultar la bibliografía disponible y la educación que se deriva del conocimiento del cuerpo y sus impulsos, tenemos un México en el que casi la totalidad de la prostitución proviene del tráfico sexual; un México en el que se incrementan los feminicidios, la pedofilia y el ejercicio de una vida sexual para nada saludable; es decir, una mesa ya no solo con un elefante encima; es toda una manada y hace mucho tiempo que hizo estallar a la mesa.