“Quien de amarillo se viste...”
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En la foto de mi columna traigo un suéter amarillo. No es un color que usaba anteriormente, pero he descubierto que me va bien. Esa foto provocó que más que una persona me dijera, “Quien de amarillo se viste...” Y así dejaron la frase y no sabía de qué se trataba. Investigué. La frase completa es: Quien de amarillo se viste, o de su belleza confía o de sinvergüenza se pasa. Ya sé y saben que soy una vieja sinvergüenza.
Seguí con la curiosidad sobre el color amarillo y sus significados (todo por una serie de fotos muy bien tomadas que están en el archivo de Vanguardia, por cierto). En la edad media el amarillo se relacionaba con traición, herejía y cobardía. También se refiere a energía, alegría, felicidad, riqueza, poder, abundancia, fuerza y acción. Representa al sol, la capacidad de ver, de elevarse por encima de todo, de contemplar y comprender. Tiene como intención hacer feliz a otro, brindándole nuestro amor. El amarillo atrae la mirada. Dicen que es preferido por la gente mayor. Así como puede hacer referencia al optimismo y el placer, también indica enojo, falsedad, desconfianza, celos, envidia, avaricia, mentira, egoísmo y advertencia. Sí es buen color para mí.
En los días en que la contemplación sobre el color amarillo me ocupaba, me llegó un pequeño libreto artesanal. Tiene 29 hojas. Hace años, cuando empecé a escribir solo escribía poemas. Extraño mucho la poesía y he decidido que esa libreta será un poemario que tendrá por título 29 poemas para quien se viste de amarillo. Ya les compartiré.