Recorte presupuestal y huachicoleo: llueve sobre mojado en Coahuila
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Después de los aranceles, la reforma judicial y otros etcéteras, volvieron las tormentas, ahora con truenos, rayos y centellas sobre nuestro estado.
Debido a la recesión de la economía mexicana, fenómeno negado por las autoridades federales, y al incremento del costo de la deuda de la federación, las finanzas de Coahuila, de por sí, afectadas por la deuda que nos heredó el Gobierno de la Gente, dejarán de recibir este año al menos 800 millones de pesos ante la caída de las transferencias federales.
En caso de que esta reducción pudiese tener afectaciones severas en el gasto, el secretario de Finanzas tendría que realizar los ajustes al gasto que sean necesarios.
En este caso, la Ley de Disciplina Financiera de 2016-donde aparece la firma de la entonces senadora plurinominal, Hilda Flores Escalera, de la que Coahuila es sujeto obligado, establece en su artículo 15, que se deberán recortar en este orden de prioridad, los siguientes rubros: 1) Gastos de Comunicación-aquí se le pudiera dar una pellizcadita a los 600 millones de pesos presupuestados para este año, 2) Gasto Corriente y 3) Gasto en Servicios Personales.
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La mala noticia es que, ante los recortes federales, el gobierno del estado, como lo ha venido haciendo, aumentará los ingresos propios, y nosotros vamos a pagar más por concepto de derechos y otros rubros. O sea, que otra vez, podría aumentar el precio de las placas, por poner un ejemplo.
La otra tormenta es la del empleo; los datos del IMSS para junio de este año muestran a nivel nacional una caída que supera las 42 mil plazas, mientras que en Coahuila, el retroceso alcanzó 4 mil 832, lo que representa más del 10% del total nacional, siendo que la población del estado, es el 2.5 % de los 132 millones de mexicanos.
El pico del número de asegurados se alcanzó en octubre de 2024, con 881 mil 923, coincidiendo con el cambio de gobierno en México. A partir de ahí los números han venido a la baja, y para junio pasado, la cifra fue de 860 mil 277 asegurados.
La sangría continúa mostrando la debilidad de la economía, la que a su vez se explica por el freno en las nuevas inversiones. El otro fenómeno tiene que ver con el nuevo cierre de la frontera −duró unos días el gusto− a las exportaciones de ganado, pues el gusano barrenador apareció en el norte del estado de Veracruz. Si bien esta medida afecta principalmente a los estados de Sonora y Chihuahua, tiene repercusiones en Coahuila, como cuarto exportador del país.
Y hace unos días se soltó un verdadero diluvio con pronóstico reservado cuando “aparecieron” de la nada ferrotanques conteniendo 15 millones de litros de combustible de contrabando en Ramos Arizpe y Saltillo, y aunque se dijo que esa mercancía no procedía de Coahuila y estaba de paso, el asunto despide un penetrante olor, ya que se menciona que hay empresas involucradas que tienen su domicilio en nuestra ciudad capital.
En los ocho meses del gobierno de la señora Sheinbaum se han decomisado 39 millones de litros de combustibles ligados al huachicol, de los cuales el 43 por ciento se ha incautado en nuestro estado, lo que nos coloca en la mira nacional.
Por su parte, la Guardia Nacional señala que en Coahuila, entre 2019 y 2024, las tomas del huachicol tradicional o artesanal pasaron de 139 a 908, o sea, casi nada. Siguiendo con el tema, el sitio “Código Magenta” integrado por un equipo muy profesional de periodistas, dirigido por Ramón Alberto Garza, dio a conocer que hace meses tuvo lugar una explosión en una de las plantas de la CFE en Nava, debido a la utilización de diésel de contrabando de menor calidad para generar electricidad.
Y para cerrar, la planta que produce el camión Freightliner en Derramadero, que genera 6 mil empleos, eliminó uno de sus tres turnos. Las preguntas obligadas son: ¿cuál será el destino del huachicol decomisado? Y ¿qué viene la próxima semana?