Renovación del INE: coalición PRI, PAN y PRD, ¡entre Dios y el diablo!

Fallidos el plan A (reforma electoral sustantiva) y el plan B (reforma administrativa) para tomar el INE por asalto, Morena pondrá la carne en el asador con su plan C: nombrar personeros cercanos a la 4T en la presidencia y tres consejerías del INE. ¿De qué maneras ha incidido Morena para lograr su objetivo a decidirse entre el 30 de marzo y el 3 de abril? ¿Cuáles son los escenarios posibles al final?

La Cámara de Diputados lanzó el pasado 16 de febrero, una convocatoria abierta para reemplazar a cuatro consejeros del INE: Lorenzo Córdova Vianello, Ciro Murayama Rendón, José Roberto Ruiz Saldaña y Adriana Margarita Favela Herrera. Mil 128 personas se inscribieron para reemplazarlos. La 4T intentó “morenizar” el registro, al enviar centenas de sus simpatizantes a concursar. Tras cuatro filtros, quedaron 20 postulantes al final. El Comité de Evaluación que aplicó dichos filtros estuvo conformado por siete personas: dos propuestas por el Inai, dos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y tres designadas por la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados (Jucopo). En este caso, Morena tenía cuatro elementos de siete a su favor: dos de la CNDH y dos de la Jucopo.

El pasado 24 de marzo, el Comité llegó a la etapa final de selección y publicó los nombres de los 20 finalistas divididos en cuatro listas de cinco aspirantes cada una. La aprobación, sin embargo, no fue unánime: María Esther Azuela Gómez, nombrada por el Inai, votó en contra de Bertha María Alcalde Luján y de Netzaí Sandoval Ballesteros por su dependencia del poder Estatal y, por ende, por su falta de imparcialidad y autonomía. Alcalde es hermana de Luisa María Alcalde, secretaría del Trabajo, e hija de Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena. Y Sandoval es hermano de Irma Eréndira Sandoval, exsecretaria de la Función Pública, y del diputado morenista Pablo Amílcar Sandoval. El voto particular en contra, de Azuela Gómez, también cuestionó, por las mismas razones, la inclusión de Guadalupe Álvarez R., Iulisca Zircey Bautista A., Guadalupe Taddei Z., y Víctor Humberto Mejía N. Y fue más allá para señalar que la lista final adolecía de “un perfil académico y de investigación amplia sobre derecho electoral”.

Distintos analistas coinciden en señalar que, al menos, 12 de los 20 finalistas tienen cercanía ideológica con la 4T. Pero, en este momento, el Congreso ya tiene las cuatro listas de cinco aspirantes cada una, con una precisión. Una lista es sólo de mujeres para seleccionar la nueva presidenta del INE, por instrucción del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y para asegurar la paridad de género; otra lista es de mujeres y dos de hombres.

¿Qué sigue en su dimensión formal? El 29 de marzo, la Jucopo escoge por consenso un nombre de cada lista. Si hay acuerdo entre las distintas fuerzas políticas que integran la Jucopo, el 30 de marzo, el Pleno de la Cámara de Diputados aprueba las personas escogidas con dos terceras partes de los votos. Pero, si no hubiera consenso en la Jucopo y, por ende, votación a favor en la Cámara, esta decidirá por sorteo un nombre de cada quinteta. Si la Cámara no pudiera implementar este procedimiento, la Suprema Corte elegiría a la presidenta y a los consejeros del INE.

¿Qué sigue en realidad? Los partidos políticos arribarán a una concertacesión a partir de sus intereses particulares, no los de la ciudadanía. Intentarán, sin embargo, parados en el filo de la navaja, generar la percepción de quedar bien con Dios y con el diablo. PAN, PRI y PRD buscarán llevar el proceso a la etapa del sorteo, sin romper la coalición entre ellos. Instalados ahí, culparán a la suerte por la decisión final de presidenta y consejeros. No mencionarán, obvio, su permisividad para facilitar “la morenización” del proceso de elección para llegar a ese punto. Rezarán, sin embargo, hincados, agarrados de las manos y con sus ojillos cerrados, para conceder la presidencia y ganar dos consejerías. Y, quedar así, (más o menos) bien con Dios y (requetebien) con el diablo. ¿Los castigará Dios o el diablo? Al tiempo.

Nota: el autor es director general del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución.

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