Revolución Mexicana, tarea inconclusa.
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A pesar de la notoria reducción en los últimos 111 años del porcentaje de mexicanos que viven en pobreza alimentaria, la más extrema de los tipos de pobreza, todavía queda tarea por hacer.
El 20 de noviembre de 1910 a las seis de la tarde inicia la revolución mexicana. La chispa que la detonó ocurrió tres meses antes. Tras 30 años en el poder, Porfirio Díaz había sido declarado presidente electo para el periodo 1910-1916 con el 98.96% de los votos. Francisco I. Madero denuncia fraude electoral por lo que, basado en la Constitución de 1857, convoca al pueblo para derrocar al dictador Porfirio Díaz. El pueblo mexicano demostró fiel apoyo al llamado, lanzándose a la lucha armada en la fecha celebrada hoy en día.
El argumento principal del levantamiento era la no reelección y la consecuente frustración de no poder resolver por la vía electoral la cruel injusticia social y económica incubada durante un siglo de independencia. Así, en su convocatoria, Madero se comprometía a restituir a los campesinos las tierras que les habían sido arrebatadas por los hacendados.
A 186 días de haber iniciado la Revolución, Porfirio Díaz renuncia el 25 de mayo de 1911. El beneficio de su legado económico se concentró en las partes más altas de la sociedad porfirista; las clases medias y la población rural que llegaba al setenta por ciento de total no vieron beneficio alguno, incluso vieron sus niveles deteriorarse.
En las dos gráficas al final de esta columna veamos si las cifras nos dan motivo para celebrar.
En la primera gráfica, de 1910 a 2020 la población en pobreza alimentaria disminuye en porcentaje de 70% (#1) a 16% (#2); pero aumenta en habitantes de 10.6 a 16.3 millones (#3 y #4).
En la segunda gráfica se observa el mismo salario mínimo diario equivalente a pesos de 2018 para los años 1925 (#5), 1954 (#6) y 2018 (#7).
A 111 años de iniciada la Revolución, su simbólica decena trágica, esos 10 días de febrero de 1913 en que asesinan a Francisco I Madero, se ha convertido para muchos en el siglo trágico. 16.3 millones de compatriotas que viven con pobreza alimentaria y miles de padres de familia con un salario mínimo diario que no alcanza para dos canastas básicas alimentarias, siguen esperando.
Querido lector, cuando celebres este aniversario, piensa en como puedas ayudar a los que aún no les llega la Revolución para que no se repita otro “Febrero de Caín y de metralla” como lo narra Alfonso Reyes en su excelso poema Oración del 9 de febrero.
Agarren viada
