Saltillo: Frente contra inundaciones; la urgencia de repensar la ciudad

Opinión
/ 24 julio 2025

La solución no puede reducirse a reforzar bardas o ampliar canales; se requiere un rediseño integral del modelo de ciudad

Las inundaciones registradas en Saltillo durante julio han dejado más que calles anegadas y hogares dañados; también han revelado las fallas de una planeación urbana que no ha estado a la altura de los nuevos desafíos climáticos y del crecimiento de la ciudad.

Resulta alarmante, como consignamos en el reporte periodístico que se publica en esta edición, que colonias como Terranova, Country Club, Omega, Nazario Ortiz Garza y Lomas del Refugio –todas catalogadas con riesgo “bajo” o “muy bajo” de inundación, según el Atlas de Riesgo de 2024– hayan sufrido anegaciones de más de un metro de altura, colapsos estructurales y pérdidas totales en bienes familiares.

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Lo ocurrido sugiere no sólo una subestimación técnica de los riesgos, sino también una desconexión entre el desarrollo urbano acelerado y la capacidad de los sistemas naturales y de drenaje para resistir.

Vecinos organizados en la Asociación Grupal Unidos por el Agua (AGUA) han levantado la voz y preparan la propuesta de rutas alternativas al gobierno, como iniciar las obras de reencauzamiento del arroyo del Cuatro desde su tramo más bajo, buscando soluciones efectivas a corto plazo. Es alentador ver que la ciudadanía toma la iniciativa, pero esta respuesta no debería recaer únicamente en la sociedad civil.

Es momento de cuestionar con seriedad el papel de los desarrolladores inmobiliarios que, con aval oficial, han urbanizado zonas sin el debido análisis hidrológico ni la infraestructura adecuada. La construcción de grandes complejos habitacionales y comerciales ha alterado flujos naturales de agua, multiplicando el riesgo incluso en zonas que, hasta hace poco, no conocían las inundaciones.

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Además, urge revisar y actualizar los criterios del Atlas de Riesgo. Su valor como herramienta de prevención depende de su precisión, pero los recientes eventos lo han dejado en entredicho. ¿Cuántos permisos fueron otorgados ignorando advertencias técnicas? ¿Cuánto pesó la presión inmobiliaria sobre la planificación responsable?

La solución no puede reducirse a reforzar bardas o ampliar canales; se requiere un rediseño integral del modelo de ciudad. Una visión urbana que priorice resiliencia, sustentabilidad y justicia territorial. Sólo así será posible construir un Saltillo menos vulnerable, más habitable y mejor preparado para los embates del clima y los errores del pasado.

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