Saltillo: ¿por qué nos preocupa el consumo de alcohol en la vía pública?

Uno de los ejercicios más interesantes que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) es la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU). Los datos que arroja esta encuesta merecen siempre análisis aparte porque retratan de forma interesante las dinámicas urbanas.

En general, la encuesta indaga de forma recurrente sobre las razones que integran la percepción de mayor o menor seguridad entre la ciudadanía. Atacado desde una perspectiva multidimensional, el fenómeno es diseccionado de forma que las autoridades tienen en los resultados de la ENSU una buena guía para definir rutas de actuación.

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Uno de los aspectos sobre los cuales se cuestiona a los entrevistados es el relativo a las “conductas delictivas o antisociales” que las personas han atestiguado, o sobre las que han escuchado, y que se registran en los alrededores del lugar donde viven.

De acuerdo con los resultados del más reciente ejercicio, correspondiente al cuarto trimestre de 2023, las conductas que más preocuparon a los mexicanos fueron: consumo alcohol en las calles; robos o asaltos; venta o consumo de drogas; vandalismo en las viviendas o negocios; disparos frecuentes con armas; bandas violentas o pandillerismo; tomas irregulares de luz (diablitos) y robo o venta ilegal de gasolina o diésel (huachicol). En ese orden.

Un dato llamativo es que la conducta más mencionada, es decir, la que más preocupa a las personas, es el consumo de alcohol en las calles. Uno de cada seis entrevistados la refirió como algo que ocurre cerca de su vivienda.

El resultado podría llevarnos a la conclusión inicial de que a las personas les preocupa el consumo de alcohol y, dada la naturaleza de la encuesta, que ello es así porque se relaciona dicha conducta con las condiciones generales de seguridad en nuestro entorno. Sin embargo, los resultados del INEGI no proporcionan pistas concretas en este sentido.

Existe un dato adicional, sin embargo, que podría ayudar a entender el punto: el relativo a los “conflictos o enfrentamientos” que las personas dicen haber sufrido en el período de la encuesta. Poco más de un tercio de los entrevistados afirmaron haber sufrido un conflicto y de ellos, casi el 75 por ciento dijo que éste fue con un vecino.

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Sin embargo, de todas las personas que refirieron haber sufrido un conflicto o enfrentamiento, solamente el 6.3 por ciento señalaron que el mismo se debió a “molestias por borrachos, drogadictos o pandillas”. Debido a este último dato, resulta muy difícil entender por qué nos preocupa atestiguar o haber escuchado que alguien ha consumido bebidas alcohólicas en la vía pública.

El dato, sin embargo, ahí está y es estadísticamente significativo. Valdría la pena hacer un esfuerzo mayor por averiguar su significado y, en todo caso, definir si la conducta referida por las personas encuestadas debiera ser objeto de acciones por parte de la autoridad.

Porque el consumo de alcohol sin duda es un problema en nuestra sociedad. Solamente que dicho problema no necesariamente está relacionado con el lugar donde dicha sustancia se consume.