¿Somos una familia disfuncional?
“Todas las familias tienen problemas”. Cada familia tiene sus retos y problemas. Al vivir juntos dos o más personas las 24 horas del día y los siete días de la semana hay sus fricciones. Sin embargo, tener una familia disfuncional es algo serio que requiere algún tipo de intervención terapéutica. Hace algunos meses, trabajé con una familia cuyos papás se odiaban uno al otro. Tenían dos hijos adolescentes, de 12 y 14 años, que constantemente gritaban e insultaban a sus padres. Los hijos fueron expulsados de la escuela por violencia hacia sus compañeros y vandalismo. Los papás se culpaban uno al otro de la conducta destructiva de sus hijos. Los padres tenían salidas de casa separados y nunca involucraban a sus hijos. Un día el hijo mayor trató de matar a su hermano estrangulándolo. ¿Cómo saber si los problemas de mi familia son “normales” o ya son disfuncionales? A continuación, mencionaré algunas características de una familia disfuncional:
1.- Una familia disfuncional nunca acepta su responsabilidad. Nunca aceptan su culpabilidad y siempre juegan el rol de víctimas. Constantemente niegan su compromiso y jamás dicen “lo siento”. Sin embargo, en familias funcionales los padres realizan buenos ejemplos de comportamientos, aceptan sus errores, saben pedir disculpas, no inventan excusas y asumen las consecuencias de sus malas decisiones.
2.- Una familia disfuncional pelea siempre y por todo. Esto no significa que si hay una familia que argumenta es una familia disfuncional. Todas las familias en algún momento de sus vidas expresan inconformidad y pueden tener pequeños pleitos para resolver sus diferencias, pero no son disfuncionales. Los papás de una familia disfuncional buscan el control absoluto de los hijos y constantemente gritan y pelean para hacer merecer su autoridad.
3.- Una familia disfuncional expone a sus hijos en situaciones de adultos. Muchas veces los exponen a experiencias que rebasan su edad cronológica. ¿Cuántos niños ven programas de televisión o videojuegos con altos contenidos de violencia y erotismo? Muchos papás negligentes abandonan por horas a niños y adolescentes con contenidos que están muy lejos de su madurez. No hay control y menos advierten las escenas a las que sus hijos están expuestos.
4.- En una familia disfuncional abunda el abuso. Existen varias formas de abuso como el físico, emocional y verbal. En la mayoría de los hogares disfuncionales predomina el abuso emocional ya que es el más difícil de probar. El uso de drogas enfrente de los niños, ver pornografía, agredir verbalmente a la pareja, amenazar y culpar a los hijos, y realizar actividades ilegales son algunos ejemplos de abuso emocional. Los niños y adolescentes tienen un alto riesgo de sufrir depresión, ansiedad, baja autoestima, abandono emocional y hasta pensamientos suicidas.
Como mencionamos anteriormente, toda familia presenta problemas en su convivencia, pero tienen la oportunidad de reconocerlos y buscar sus soluciones y jamás culpar e involucrar a sus hijos, haciéndolos responsables de lo que los papás viven.