Triduo de terror, santidad y muerte
Antes del día de difuntos explota el Halloween y el Hallowin.
La bisagra entre octubre y noviembre se convierte en una extraña trilogía de susto, victoria y esperanza.
TE PUEDE INTERESAR: Holywins en lugar de Halloween
Paganismo, fe y trascendencia trenzan la brujería del horror, la víspera de la festividad de Todos Santos y el recuerdo de los fallecidos.
Los más influidos por la costumbre anglosajona se disfrazan y se enmascaran. Se forran de horripilancia. La infancia, con apariencia terrorífica, toca puertas para recibir dulces. Todo viene de los aquelarres del paganismo medieval satanizados y penetrados de embrujamientos fanáticos.
CONTRASTE VALEROSO
Hay una admirable reacción sudamericana. Este triduo pone el acento en la alegría visperal de la fiesta de Todos Santos. Para quienes impulsan el tenebroso Halloween se convierte en luminoso Hallowin. La chiquillería usa disfraces de príncipes y de princesas, de ángeles y de santos y santas. Tocan puertas para repartir estampas a cambio de dulces. Pronuncian invitaciones para imitar a quienes fueron mejores en la fe para alcanzar la gloria.
TE PUEDE INTERESAR: Ojear y hojear, verbos de la época
MUERTE FESTEJADA
Cuando llega el 2 de noviembre se recuerda en el mundo de la fe que la muerte está vencida. La resurrección de Cristo la ha convertido en pascua. Es la llegada, la bienvenida, el principio de la vida plena y eterna.
La plegaria, en ese día, se ofrece por quienes aún requieren purificación para disfutar de los bienes celestiales. Estalla el folclor. Los desfiles de catrinas encalaveradas, los carros alegóricos con danzas esqueléticas y las calaveras de azúcar como golosinas festivas.
Se publican versos funerales. Se mencionan en ellos personas y personajes. Se describen sus peculiaridades y se les presentan conducidos al más allá por la imparable huesuda. Los panteones exhiben sepulcros adornados con flores. En los templos hay liturgias con ornamentos morados. Las intenciones de los asistentes se colocan en urnas de cristal.
El genio popular ha inventado los altares de difuntos. Ahí está el retrato el difunto. Está rodeado de todo lo que en vida le gustaba como diversión o como refección. En nuestra ciudad, el alta mayor de difuntos se instala en la gran escalinata de Santa Anita. En las plazas se recuerdan personajes históricos con la característica de su identidad.
En todo el mundo es conocido este estilo mexicano de celebración popular, con su colorido y originalidad sin igual.
TE PUEDE INTERESAR: Inteligencia Artificial: marionetas cibernéticas
PREPARARSE PARA LA ABUNDANCIA
Proyectar ferrocarril interestatal. Ampliar carretera. Intensificar la vivienda vertical. Importar empresas extranjeras generadoras de empleos son evidencias. Planes financieros para dinamizar fortunas estancadas. Capacitaciones educativas para atender profesionalmente las necesidades técnicas, mecatrónicas y robóticas. Es todo un clima, un ambiente, una actitud que crece como saludable pandemia de actualizaciones para estrenar abundancia y suficiencias bien repartidas.
GIGANTE INVISIBLE
El agresor es invisible. Siente el peatón el empuje invisible sobre su espalda. Se recarga en la fuerza sin caer. Tiene que dar pasos porque no puede permanecer sin moverse. Es el viento que sopla a gran velocidad. Sus pies inician carrera y se siente el peatón levantado. Sólo en albergues subterráneos hay protección.
Acapulco, de los grandes temblores, ha sido zarandeado y golpeado. Ha quedado exhibida la fragilidad de las endebles elegancias hoteleras. Dejar algo en alguno de los centros de acopio será señal de compasión y fraternidad generosa...