Una historia científica de la creación

Opinión
/ 16 marzo 2024

A lo largo de la historia, cada civilización y cada cultura han tejido su propio relato acerca de la creación del Universo y del surgimiento del hombre en la Tierra. Lo han hecho mezclando planteamientos profundamente filosóficos, que pasan desde cómo se creó el todo y de dónde venimos los humanos. Todas guardan en común la presencia de dioses o seres superiores interviniendo en la creación.

Los antiguos griegos, creían que primero se produjo el vacío y el caos de los cuales surgió la diosa Gaia que era la Tierra. Gaia dio a luz a Urano, que era el Cielo. Después Gaia creó las colinas, montañas, valles y mares, plantas, animales y las estrellas. Gaia se casó con su hijo Urano para crear a los primeros dioses, los Titanes, que vivían en el monte Olimpo. Algunos de los dioses más conocidos son Oceanus, el tuerto Cíclope, la diosa de la Tierra Rea y el terrible Cronos.

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La mitología babilónica creía que la tierra y el cielo estuvieron unidos y atribuyen a Marduk, su Dios principal, su separación. Para los egipcios de la antigüedad fue Ra, dios del sol, del cielo, el creador del universo. Los mayas creían, y fue asentado en el libro “Popol Vuh”, que al principio y cubierta solo de agua, la Tierra fue creada por las deidades Tepey y Gucumatz quienes también, a partir del barro, forjaron a la primera pareja humana.

La iglesia Cristiana cree en la versión contada en el libro del “Génesis” que cuenta el origen y creación del universo con Dios separando la luz de la oscuridad y creando a Adán del barro y a Eva de una costilla de Adán, los primeros humanos. Un pequeño inconveniente en esto es la aparición en algunos relatos de Lilit, mujer quien de acuerdo con otras fuentes, fue la primera esposa de Adán.

Pero ahora, y aprovechando los últimos descubrimientos de la física cuántica, la bioquímica, la biología evolutiva y otros campos, el escritor de ciencia Jim Baggott ha compilado un Génesis científico. Se trata de una tarea ambiciosa para hacer la crónica de todo, desde el Big Bang hasta la evolución de la conciencia humana. Baggott nos ofrece una historia maravillosamente detallada, una obra literaria que lleva por nombre “Orígenes”, una explicación contada en orden cronológico.

Sus primeros seis capítulos están llenos de la cosmología, desde los albores del universo, hace unos 13 mil 800 millones de años, hasta el nacimiento de nuestro sistema solar. El momento del “hágase la luz” llevó un estimado de 380 mil años después del Big Bang. Fue entonces cuando la niebla que bloqueaba la luz de las partículas subatómicas cargadas, generadas en los primeros momentos del universo, finalmente se enfriaron lo suficiente para que el hidrógeno neutro y los átomos de helio hicieran al universo transparente gracias a los fotones atrapados en el limbo: La luz.

En capítulos posteriores detalla la evolución de la Tierra, desde el desarrollo de las células primitivas hace 3 mil 800 millones de años hasta la aparición posterior de organismos multicelulares que, cientos de millones de años después, produjeron criaturas lo suficientemente inteligentes para reflexionar sobre su propia existencia y buscar respuestas sobre el mundo que les rodea.

Baggott establece zonas en las que los científicos aún no han llegado con respuestas sólidas, incluyendo lo sucedido en la billonésima de segundo después del Big Bang. Se trata de un esfuerzo que utiliza toda la información científica surgida en los últimos siglos, una historia convincente acerca de la creación, para explicar cómo llegamos a existir, hay que recurrir al conocimiento de muchas disciplinas diferentes, lo que plantea todo un desafío para cualquier escritor científico.

Orígenes es un proyecto ambicioso, que se asegura de exponer evidencia científica. Pero la de Baggott no es solo una historia sobre el nacimiento de nuestro universo. También es una historia sobre la ciencia y los científicos, una historia de grandes preguntas que se responden en pequeños pasos, a través de la perseverancia y muchas pruebas, con errores inevitables. Es una historia sobre humanos falibles con esperanzas y creencias, la historia de nuestra creación también está, como deja claro Baggott, inacabada y es casi seguro que tendrá que ser revisada pronto.

@marcosduranfl

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